LA CABALA
La
Cabalá es la sabiduría que nos permite descubrir la fuerza que gobierna toda
nuestra realidad. Se trata de una sabiduría ancestral que se remonta a la
Antigua Babilonia hace unos cuatro mil años.
La Cabalá nos conduce, por medio
de su vertiente práctica, al alcance del propósito de nuestra existencia y a
las respuestas definitivas a los interrogantes de la vida tales como: cuál es
el sentido de nuestra vida, por qué y para qué fuimos creados, cómo entender el
mundo en que vivimos y qué hacer para sentirnos más seguros en este mundo.
La Kabbalah es una forma de vida que describe la
organización metafísica de la existencia porque abraza la visión holística del
Universo y nos conecta en unidad con el Creador, el cosmos, nosotros mismos y
los demás. La palabra Kabbalah significa literalmente "recibir". ¿Qué
es lo que recibimos? Precisamente la Luz del espíritu.
¿Para quién es la Kabbalah? Para todas las personas, basta
con que estén interesadas en desarrollarse y aumentar su conciencia espiritual.
Se trata de un camino de evolución personal y crecimiento espiritual
universalmente válido, independientemente del credo o religión que se profese.
La Cábala no es una religión. La Cábala, a través del Zohar,
decodifica los secretos ocultos dentro del texto de la Torah, y cómo
resultante obtenemos un instructivo muy completo de cómo afrontar los retos
diarios que la vida nos presenta para alcanzar la plenitud.
La Kabbalah es una tradición viva de conocimiento que
estudia la unión de la ciencia y la conciencia para penetrar en el misterio del
mundo a imagen y semejanza del Creador, la Luz o Totalidad, como quieras
llamarle.
La Kabbalah nos revela la tecnología necesaria para
elevarnos hacia el mundo espiritual y conectar con plenitud permanente,
dirigiéndonos al encuentro con nuestro centro o equilibrio, alcanzando un
estado de paz permanente y bienestar interior al que llamamos: “Shalom”.
La tradición señala al patriarca Abraham como el probable
autor del Séfer Yetzirá: El Libro de la Formación, o por lo menos de su
metodología y principios básicos. Esta obra es considerada el primer tratado
cabalístico. Nos muestra cómo se inicia el proceso de integración de la
conciencia mediante códigos o letras.
El Sefer Yetzirá o Libro de la Formación, revela que con las Letras Sagradas o
frecuencias cósmicas, se formó toda la Creación. Las 22 letras hebreas
representan al hombre y su relación interdependiente con el Universo Cósmico.
Son poderosos canales de energía que configuran los nombres de todas las cosas y
expresan estados de conciencia, de ahí la importancia de saber qué nos
transmiten, y a su vez, qué tipo de frecuencias energéticas deseamos conectar y
transmutar.
El símbolo fundamental de la Kabbalah es el Árbol de la Vida
o Etz Hayim atribuido al cabalista del siglo XVI Isaac Luria, también llamado
El Arí.
Se trata de la energía atravesando mundos espirituales.
Dimensiones de existencia prácticamente imperceptibles, de las que hoy la
ciencia comienza a dar cuenta. Recientemente se ha revolucionado la física con
la teoría de las supercuerdas, misma que señala que toda la realidad existe en
(exactamente) diez dimensiones. Menciona también que hay cuatro dimensiones
reveladas o que se manifiestan y seis dimensiones espaciales adicionales ocultas.
El Arí, Isaac Luria nos enseña mediante el Árbol de la Vida,
que el Creador emanó de su Luz infinita; a través del proceso de tzimtzum, la
“contracción” del infinito, dando origen a diez luces Divinas o sefirot
mediante las cuales creó el Universo. Desde la esfera de Luz más elevada, hasta
su descenso en la materia: todo es Luz. Así la Luz busca un sitio para
establecerse y crear, esto es, Bará: La Creación.
A diferencia del Big Bang cuya teoría se apoya en una explosión, el Tzimtzum trata de una implosión. La Kabbalah Luriana explica que el espacio en el que existimos es el hueco dejado por la divinidad -es su sombra-, y sin embargo, paradójicamente; en ella no hay otra cosa que la divinidad.
Kether, es la primera sefirá del Árbol de la Vida. Allí se
inicia la creación del Macro y Microcosmos. En realidad nosotros en cada
experiencia de la vida estamos continuamente recreando el proceso cosmogónico
que plasma la energía primigenia en una realidad tangible (Maljut). Seamos
conscientes o no, creamos nuestra realidad a cada instante.
Quien se acerca a la Kabbalah y descifra sus códigos
descubre y contempla la potencia extraordinaria de la Luz en cada momento de su
vida; lo que conlleva la más total aceptación a lo que experimenta la
conciencia sabiendo que todo lo que ocurre es y proviene de la Luz para un
propósito mayor.
EL ARBOL DE LA VIDA
El Árbol de la Vida es un mapa de la conciencia y de la energía física y metafísica que representa al Creador, al Universo y al Ser Humano. Se trata de un diagrama en escala que nos muestra cómo la energía primigenia, la Luz o Creador se manifiesta en el mundo físico o Maljut.
El Árbol de la Vida es un fractal, una reproducción a escala
del Macrocosmos y el Microcosmos. Nos muestra el proceso de la creación a
partir de la nada: el Ein Sof. La existencia se despliega, a través de un
proceso constructivo en que la Luz se recrea sobre sí misma y se abre paso
desde dentro, -contracción- hacia fuera, -expansión-. A este fenómeno la
ciencia le ha llamado el Big Bang pero los cabalistas daban cuenta de él desde
hace miles de años, y le llaman el Tzimtzum.
La Luz para la Kabbalah se manifiesta mediante 3 fases o
conceptos:
- Tsimsoum o contracción
- Chevira o rotura, expansión
- Tiqoum o reunificación y vuelta a la Luz
El “Tsimsoum”, es la contracción que proviene del Reshimu o
residuo del Deseo de Crear llevado por la Luz infinita. Por lo tanto es la luz
que se retrae, se concentra.
El “Tiqoun”, es la reconciliación, la reintegración de todo
lo que ES, lo que el ser humano viene a completar para que la unión con
Dios-Ser Primordial, Existencia de la Luz Ain Sof Aur se haga en las mejores
condiciones.
Todo lo que no es integrado y reparado va a parar a los Qliphos,
(el árbol de la muerte, el abismo), donde la copia perversa de las energías primordiales, las que no
han podido organizarse de forma armoniosa, nos son devueltas mediante
experiencias karmáticas. De ahí a que volvamos una y otra vez a la vida a “depurar”
las acciones no asumidas.
Para poder seguir en el camino de la elevación
deberemos liberarnos de los Qlifos y alcanzar la sabiduría del Amor en su
máxima experiencia; esto es: No seguir enganchados al karma.
Nosotros poseemos las cualidades de la Luz de Arriba y la de
Abajo. En nosotros mora el hombre santo y el hombre diablo. El Tiqoun es el
trabajo de reunificación de estas dos mitades de las chispas divinas.
El Tikun hace referencia a la reparacón, a la rectificación que se asocia al Karma. El Tikun representa la resolución de conflicto entre el Yo inferior y el Yo Superior. Cuando reconocemos nuestra grandeza el Tikun se convierte en el Gran Maestro de Nuestra Existencia.
El Tikun hace referencia a la reparacón, a la rectificación que se asocia al Karma. El Tikun representa la resolución de conflicto entre el Yo inferior y el Yo Superior. Cuando reconocemos nuestra grandeza el Tikun se convierte en el Gran Maestro de Nuestra Existencia.
Dice un
gran Cabalista, Isaac Luria, que el alma se compone de 613, (= 10. Vav, Aleph,
Ghimel) partes y cada una de ellas, a su vez, de 613 partes más y en todas
ellas mora una chispa Divina.
Así tenemos que cada una de nuestras células es una chispa
de esa divinidad y que cuantas más conexiones divinas podamos establecer, más
cerca estamos de captar la esencia de la omnisciencia, la plenitud y unidad de
nuestro Adam Kadmon.
Sólo la auténtica toma de conciencia individual y el amor como expreso botiquín del universo (Hochmah), nos permitirá reparar nuestra existencia para volver a unir las 613 partes del alma dispersadas.
Sólo la auténtica toma de conciencia individual y el amor como expreso botiquín del universo (Hochmah), nos permitirá reparar nuestra existencia para volver a unir las 613 partes del alma dispersadas.
Un famoso rabino, Zousya, antes de morir dijo a sus
discípulos: "Cuando llegue al otro mundo, no me preguntarán por qué no
fui Moisés, sino más bien por qué no fui Zousya"
Esto nos da a entender que el principal objetivo de nuestra
vida es cumplir con nuestro destino y vivirlo en todas sus manifestaciones: en
el acto del Tsimsoum-Contracción, la Chevirah- Rotura, y la Tiqoun-Reconciliación.
El Séfer Yetzirah, o Libro de la Formación, dice que Dios creó el mundo con los 32 Senderos Iniciáticos, 10 Sephiroth y 22 letras del alfabeto Sagrado.
El Séfer Yetzirah, o Libro de la Formación, dice que Dios creó el mundo con los 32 Senderos Iniciáticos, 10 Sephiroth y 22 letras del alfabeto Sagrado.
La Cabalá abraza una visión holística del universo. En sus
enseñanzas encontramos con todo detalle el principio, el Génesis del Universo.
La potencia extraordinaria de su discurso nos ayuda a traspasar la idea de la
energía inerte y a descubrir en lo más profundo de nuestro ser esa luz que nos
permite llegar a comprender toda la creación del Macro y Microcosmos, y cuando
comprendemos el alcance de su poder, la Cábala se transforma en el arte de la vida, en el sentir de la
existencia.
Cuando la luz interior nos transforma, cambia nuestras
perspectivas y nuestra orientación en la vida. La Qabalah no es una doctrina, ni un dogma,
sino una fuerza que surge de dentro hacia fuera y nos transmuta. Nos introduce
en un mundo repleto de esperanza, en una existencia conectada con la fuente.
Sentir su vibración es sentir el latir del universo, es poseer la alegría,
(Beriyout) que nos permite vivir sin temor a la muerte de lo perecedero. Nos
devela nuestra realidad última, -que no finita-, del propósito de nuestra
existencia.
La Cábala posee ciertas herramientas. Su fin es conseguir
entrenar el espíritu e incorporar su saber a la exégesis personal. Estudiar la
estructura de la Cábala nos ayuda a penetrar en el misterio de la Vida del Mundo
a imagen y semejanza de Dios, Ha-Shem, Elohim, con el propósito de convertirnos
en Adam Kadmon, el Ser de Seres que comprende al fin su poder, en cuerpo y
alma. Los Senderos de la Cábala son 32, pero sus manifestaciones son
multidimensionales.
LAS CLAVES CABALISTICAS: LUZ Y ENERGIA
Comprender la Cábala es entrar en el mundo de la metafísica
del ser, de la energía, de la luz. Es la metáfora del infinito. Penetrar en el
pensamiento cabalístico, si se puede llamar así, es adentrarse en esta ecuación
divina que nos traslada a un campo de fuerzas no gravitatorias. Se trata de
recibir la luz, de dejar que ésta nos traspase sin pretender retenerla y que
nuestro comportamiento refleje ese poder.
Las letras hebraicas son herramientas
de esa transformación de un estado de conciencia a otro, son las matrices sobre
las cuales todo es permanentemente creado y renovado. Penetrar en el Idioma
Sagrado de la Cábala es ir a la fuente de la sabiduría, o sea de la Luz, (Or o
Aur).
La Ley de la Correspondencia del Hermetismo nos dice que
como es arriba es abajo. Hay una relación directa y sutil entre
el alma del mundo y el alma individual. Las Fuerzas que crearon nuestro mundo
se asocian a la esencia de un Dios. Pero para el sistema Cabalístico esas
Fuerzas que salen del Ain Sof (la nada) reciben el nombre de Elohim, que significa
El-Los-Dioses, reflejando unidad y pluralidad a la vez.
Elohim son presencias
actuantes que llenan todo el espacio dispuestas a crear la primera
manifestación operativa del universo y diseñar al Adam Kadmon, el hombre
celestial, un prototipo, un proyecto virtual que posee los atributos, los
valores que deberá tener la humanidad. Estos atributos provienen precisamente
de la manifestación de Etz Hayim (el Árbol de la Vida) una creación que permite
acceder al conocimiento de esos valores.
Se trata de un Árbol compuesto por
Cuatro Mundos:
- Diez Esferas, los Sefiroth
- 32 Senderos, que representan 32 Vías de Iniciación
- 22 Authioth, ideogramas o letras del Alfabeto Hebreo
- 72 Genios que son la manifestación de 72 programas que nos desvelan las excelencias del cielo y la tierra.
Todo ello traza un camino iniciático que nos desvela el conocimiento de la manifestación cósmica y los secretos de la vida.
Todo está inscrito en Etz Hayim, todo se comprende con su estudio, desde los 4 elementos primordiales: el Fuego, el Agua, el Aire y la Tierra; los 12 Zodiacales, los 7 planetas con los que se originó la vida. Todo conforma un código mediante el cual comprendemos qué somos, de qué estamos hechos y cuál es nuestro propósito en la vida.
Todo está inscrito en Etz Hayim, todo se comprende con su estudio, desde los 4 elementos primordiales: el Fuego, el Agua, el Aire y la Tierra; los 12 Zodiacales, los 7 planetas con los que se originó la vida. Todo conforma un código mediante el cual comprendemos qué somos, de qué estamos hechos y cuál es nuestro propósito en la vida.
El Secreto de los 72 Nombres de Dios
https://youtu.be/Gwa4MhV8tgI
LOS CUATRO MUNDOS DE ETZ HAYIM
Los Cuatro Mundos del Árbol cabalístico se reparten de la
siguiente manera:
0.-Fuente, Ain Sof Aur, Adam Kadmon, (Invisible)
1.-Raíz: Mundo de Emanación o Atziluth
2.-Árbol: Mundo de Creación o Briah
3.-Rama: Mundo Formación o Yetzirah
4.-Fruto: Mundo de Acción o Assiah
Los 4 Planos de la Creación |
- Raíz, Mundo de Atzilluth o Emanación, es el Mundo Arquetípico, donde se origina la Organización Cósmica. En este Mundo se asigna a los Diez Sephiroth diez formas de los Nombres Divinos. Son nombres metafísicos que nos sirven para evocar las esencias propias de cada uno en su máxima expresión alquímica. Antes de llevar a cabo una creación hay que proyectarla, que emane de nuestra voluntad de crear.
- Kéter (La Corona. Providencia equilibrante)
- Jojmá (La Sabiduría)
- Biná (La Inteligencia siempre Activa)
- Jésed (La Misericordia. Grandeza)
- Gevurá (La Justicia. Fuerza)
- Tiféret (La Belleza, o piedra angular de la Estabilidad)
- Netsaj (La Victoria de la Vida sobre la Muerte)
- Hod (La Eternidad del Ser. Gloria)
- Yesod (El Fundamento. La Generación)
- Maljut (El Reino. Principio de las Formas)
Los 10 Atributos de las Sefirots |
... Atzilluth es ese primer Mundo donde el manto de todo lo
divino recubre la faz de todo lo que ES. Lo asociamos al Fuego, Emanación de la
Divinidad, del macro al microcosmos. Las raíces son la cabeza pensante de un
árbol.
ATZILUTH es el Mundo de la Emanación, la emanación Divina. En
ella se encuentran los arquetipos, los conceptos, el mental abstracto.
En Atziluth habitan las sefirot: Kether, Hokmah y Binah, los
tres sefirot originarios.
2. Árbol: Mundo de Creación o Briah. Es el Mundo donde opera la
magia más elevada, utilizando las Letras Sagradas que a su vez son números. En
Briaho Beriya empieza el proyecto del diseño de la forma. Lo asociamos al orden
que establece lo que será la futura forma, la Creación. Podemos decir que la
humanidad proviene de este Mundo, donde la interiorización de la
Emanación-Voluntad se medita a sí misma. El Árbol crece, su tronco se vigoriza.
BRIAH: Mundo de la Creación, es el mental concreto,
estructura las formas de pensamiento.
En Briah habitan las sefirot: Chesed, Geburah y Tiphereth,
los tres sefirot realmente creadores.
3. Rama: Mundo Formación o Yetzirah. Diez Sephiroth
conscientes actúan de forma concreta, posibilitan la activación de las esencias
de cada uno de los Centros de Poder. La Emanación Divina ya se manifiesta
mediante múltiples formas. Las ramas del Árbol crecen, se multiplican, se
comunican, prefiguran ya la Creación tangible.
YETZIRAH: Mundo de la Formación. Es el nivel de las
emociones, los sentimientos, llamado el Plano “Astral”.
En Yetzirah habitan las sefirot: Netzah, Hod y Yesod los tres sefirot que componen el plano físico sutil (sentimientos).
En Yetzirah habitan las sefirot: Netzah, Hod y Yesod los tres sefirot que componen el plano físico sutil (sentimientos).
4. Fruto: Mundo de Acción o Assiah. En Assiah, la Acción es
la materia que se encuentra con los distintos planos de manifestación de la
energía, el plano astral inferior y etérico, físico.
Los 10 Sephiroth no pueden ser comprendidos en un solo plano porque su naturaleza es cuádruple como 4 son los Mundos de donde proviene su vibración. Así vemos que cada Sephirah se compone de su energía más material o mundana, de Assiah, de las vibraciones del Mundo de Yetzirah, de Briah y finalmente por los aspectos de la Divinidad ocultos tras los Velos Negativos de la Existencia de Atzilluh. Las Emanaciones divinas se manifiestan a través de los diez chacras mundanos, de la Tierra, de los planetas, el Zodiaco, los 4 elementos unidos ya en un propósito firme de cristalización.
El Hombre es una imagen del Universo, de los mundos que lo forman y de los seres que los habitan. Cada uno de estos mundos tiene su corrrespondencia en el plano fisico. El ser humano es multidimensional, y desde lo fisico hasta lo más sublime, integra en sí mísmo al Árbol de la Vida. La creación ejecutada por una emanación de la Divinidad es expresada en el cuerpo humano, el cual contiene todos, todos los aspectos de esa Divinidad. Entender el funcionamiento como individuo entrega como resultado conocer la maniobra del propio Universo.
ASIAH: Mundo de la Acción, es la plasmación, el plano denso y concreto.
En Asiah habita la sefirat Malkut,que constituye el plano físico denso.
Los 10 Sephiroth no pueden ser comprendidos en un solo plano porque su naturaleza es cuádruple como 4 son los Mundos de donde proviene su vibración. Así vemos que cada Sephirah se compone de su energía más material o mundana, de Assiah, de las vibraciones del Mundo de Yetzirah, de Briah y finalmente por los aspectos de la Divinidad ocultos tras los Velos Negativos de la Existencia de Atzilluh. Las Emanaciones divinas se manifiestan a través de los diez chacras mundanos, de la Tierra, de los planetas, el Zodiaco, los 4 elementos unidos ya en un propósito firme de cristalización.
La materia es luz cristalizada, y sus creaturas
son simplemente servidores del propósito divino. La luz del infinito se desarrolla a travé de grados y el mundo de la materia,
no importa su tamaño, involucra lo más denso.
Las energías de los sefirot, tanto en los aspectos macrocósmicos como los microcósmicos, se manifiesta en cada uno de estos cuatro mundos a través de los planetas y las estrellas. No pueden ser considerados aisladamente, están ligados entre sí y se relacionan en una estricta “correspondencia”.
Las energías de los sefirot, tanto en los aspectos macrocósmicos como los microcósmicos, se manifiesta en cada uno de estos cuatro mundos a través de los planetas y las estrellas. No pueden ser considerados aisladamente, están ligados entre sí y se relacionan en una estricta “correspondencia”.
El Hombre es una imagen del Universo, de los mundos que lo forman y de los seres que los habitan. Cada uno de estos mundos tiene su corrrespondencia en el plano fisico. El ser humano es multidimensional, y desde lo fisico hasta lo más sublime, integra en sí mísmo al Árbol de la Vida. La creación ejecutada por una emanación de la Divinidad es expresada en el cuerpo humano, el cual contiene todos, todos los aspectos de esa Divinidad. Entender el funcionamiento como individuo entrega como resultado conocer la maniobra del propio Universo.
El árbol de la Vida marca la evolución del hombre, su
ascenso para alcanzar Atributos Divinos, para crecer místicamente, para conocer
la Verdad.
11 comentarios:
INCREIBLE TODA LA INFO QUE COMPARTTÌS GUERRERO GRACIAS DE CORAZÓN!
Gratidão ... Estou aprendendo muito com seus estudos!
Es una explicacion extraordinaria gracias tengo mucho que asimilar
Mil gracias por compartir tanto conocimiento, Bendito seas Guerrero.
Hola! Muy interesante! Dictas curso de Kabala on-line? Gciassss
Muchas gracias, era lo que andaba buscando para poder entender muchas cosas sobre ésto. Que belleza mejor explicado no puede estar, lo guardaré para estudiarlo las veces que sea necesario. 💜
Muchas gracias, gran enseñanza era lo que andaba buscando sobre está información tan bella, excelente 💗
Me encanto, maravilloso tu blog y cómo buen Acuariano, información a manos llena. Gracias por compartir 🙏🙌🧿
Shalom!! De verdad que el eterno haga resplandecer su luz sobre ustedes, está información que nos proporciona es de suma importancia para nuestra alma es un alimento que nos hace crecer. Gracias Shalom
Excelente material para os meus estudos. Gracias!
Muy interesante me gustaría aprender más del tema.
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