En este artículo se presenta una forma alternativa de ver cómo
la Física Cuántica podría aclarar cosas de nuestra mente y hacerle llegar al
lector la idea de que la Física Cuántica podría ir más allá del estudio de las
interacciones de partículas subatómicas; es decir, que podría dar explicaciones
a fenómenos que están fuera del contexto de lo visible, partiendo del principio
de que Dios es la red espiritual que comunica todas las cosas.
En las décadas pasadas, los poderes de la mente habían sido
asociados al mundo esotérico porque se desconocía el modelo teórico y práctico
de la Mecánica Cuántica, dominante hoy en día en el ámbito de la ciencia y la
cual ha determinado la relación entre pensamiento, sentimientos, emociones y
las realidades del universo.
La ciencia se acerca cada vez más a la espiritualidad, y por eso dice el físico francés Jean Pierre Garnier Malet: “es innegable que la ciencia se enamora cada vez más de la espiritualidad”.
En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace miles de años, concretamente en el ámbito de la espiritualidad. Según Greg Braden, en los manuscritos del Mar Muerto, los antiguos esenios tenían una manera de orar muy diferente a la actual y muy diferente a lo que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, es decir, coinciden en recurrir al tiempo presente para la consecución de sus logros.
La ciencia se acerca cada vez más a la espiritualidad, y por eso dice el físico francés Jean Pierre Garnier Malet: “es innegable que la ciencia se enamora cada vez más de la espiritualidad”.
En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace miles de años, concretamente en el ámbito de la espiritualidad. Según Greg Braden, en los manuscritos del Mar Muerto, los antiguos esenios tenían una manera de orar muy diferente a la actual y muy diferente a lo que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, es decir, coinciden en recurrir al tiempo presente para la consecución de sus logros.
Desde tiempos muy antiguos los filósofos griegos especularon acerca de la existencia del átomo, y esto continuó hasta principios del siglo XX. Otros ejemplos se ven en los cambios fundamentales que han tenido lugar en la ciencia con el advenimiento de la Física Atómica, la cual dio paso a la teoría de la relatividad de Albert Eisten y a los avances de las teorías y prácticas de la Física Cuántica.
Estas teorías han transformado para siempre la percepción de un mundo puramente mecanicista, como lo conocíamos con la física de Newton y Descartes, los cuales abrigaban la teoria de que todo puede ser explicado en base a reglas y leyes mecánicas simples. Estas leyes se enseñan en las escuelas de todo el mundo hoy día: el átomo está compuesto de partículas de signo positivo (protones) y neutras (neutrones) en su núcleo y de signo negativo (electrones) girando a su alrededor. Lo que la mayoría desconocíamos es que la materia de la que se componen los átomos es prácticamente inexistente.
No sólo somos capaces de describir el mundo cuántico con reglas mecánicas, sino que los físicos ven ahora el mundo cuántico como aquel en el que la conciencia participa y tiene un papel activo en conformar nuestra realidad. Por eso ahora el desafío es definir el papel interactivo entre materia, propósito y conciencia, es decir, la materia y la conciencia no pueden estar separadas. Además, la conciencia interacciona e influye el reino virtual de los campos electromagnéticos, y nuestra experiencia interior afecta al mundo.
Los físicos han demostrado que el espacio no está vacío como creíamos, está lleno de la esencia viva de Dios. Hemos empezado a entender ahora con la Física Cuántica que nuestras experiencias internas influyen en el mundo a través del espacio en nuestro cuerpo físico y en quienes nos rodean, así como también en nuestra vida y las experiencias que vivimos a diario. Seamos o no conscientes de ello, afecta en definitiva nuestro cuerpo y nuestro mundo.
William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la Universidad de Standford , autor de 250 artículos y de tres libros técnicos, mencionó: “la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas las partículas ocupan un lugar insignificante, el resto es vacío”.
Quiere decir que el espacio no está vacío, sino lleno de energía oscilante, tan recientemente descubierto, que no hay acuerdo en su nombre, uno los llaman “Holograma Cuántico”, el Dr. Edgar Mitccell, -astronauta, lo llama “Mente Natural” y actualmente Stephen Hawking lo llama “Mente Divina” y otros le dicen “Campo Unificado”. En 1944 el padre de la Física cuántica, Max Karl Ludwig Plank, físico y matemático alemán fundador de la teoría cuántica y ganador del Premio Nobel de Física lo identificó como “La Matriz”, y dijo que bajo todo lo visible, incluido nuestro cuerpo, existe una mente consciente e inteligente que es la matriz de la materia.
Warner Karl Heinsenberg, físico alemán conocido por el
principio de incertidumbre, un contribuidor al desarrollo fundamental de la
Física y Mecánica Cuántica, fue muy claro en sus conocimientos con respecto a
que los átomos no son cosas, son TENDENCIAS. así que en lugar de pensar en átomos
como cosas, tenemos que pensar en posibilidades de la conciencia.
De manera que la Física Cuántica determina las posibilidades, y
quien elige la posibilidad para que se produzca una experiencia actual es la
conciencia involucrada y el observador, el cual no puede ser ignorado. Por eso
en las curaciones cuánticas los médicos o terapistas admiten lo que la persona
tiene, e invitan a otra posibilidad (sanarse), ellos aceptan el momento y lo
cambian en el plano cuántico. Sienten como si se hubiera dado la otra posibilidad,
con lo que permiten que esta posibilidad sustituya a la actual, sin juzgarla,
ya que una afirmación positiva es más fuerte que un pensamiento negativo.
Los pensamientos son muy importantes, como se ha dicho desde tiempos antiguos en los libros sagrados y son la imagen de la posibilidad cuántica, ya que en el reino de las posibilidades todo existe ya, como por ejemplo la relación perfecta, la peor pareja posible, la sanación y el sufrimiento, la luz y la oscuridad… ya están allí. Todo está allí, en el campo cuántico. Un ejemplo de ello es la persona que espera tener su pareja perfecta ante ella ahora pero alberga un pensamiento de duda, de que no la ha podido encontrar, -¿qué sucede?- que nunca la va encontrar, porque para que esto suceda tiene que aislar la primera posibilidad (el deseo) de las dudas, tiene que aprender a identificarlo y enfocarse en ello con mente y corazón, porque en la Física Cuántica tenemos infinitas posibilidades, pero para inyectarle vida a esa posibilidad se requiere sentimiento, y el amor o el temor hacia esa posibilidad sirven para incorporar esa posibilidad a nuestra vida.
Lo anteriormente expuesto nos demuestra que a pesar de que la Física Cuántica es definida como la ciencia de las posibilidades infinitas, sabemos de antemano que podemos influir en ese campo, de forma que se está descubriendo con el corazón, no con la mente. Aunque la mente es importante, los sentimientos están centrados en el corazón.
Las emociones coherentes, como sentir amor, comprensión, perdón, etc., cambian los estados de ánimo hacia la apreciación positiva y la estima de nosotros mismos y de los demás, y esto se refleja en el cuerpo y en nuestras vidas en general. Estas emociones alteran los campos electromagnéticos del corazón y cambian la materia de lo que nos rodea, ya que el corazón es el campo magnético y eléctrico más fuerte del cuerpo. Por eso la ciencia dice que: “al cambiar el campo del átomo cambian los átomos que nos componen”.
Las emociones coherentes, como sentir amor, comprensión, perdón, etc., cambian los estados de ánimo hacia la apreciación positiva y la estima de nosotros mismos y de los demás, y esto se refleja en el cuerpo y en nuestras vidas en general. Estas emociones alteran los campos electromagnéticos del corazón y cambian la materia de lo que nos rodea, ya que el corazón es el campo magnético y eléctrico más fuerte del cuerpo. Por eso la ciencia dice que: “al cambiar el campo del átomo cambian los átomos que nos componen”.
Los sentimientos inciden en el campo que interconecta la
materia (la Matriz Divina) y así alteramos nuestra realidad de forma casi milagrosa para nuestra
ciencia, porque todo está conectado y somos parte de ello. Se tiene que acceder
a ese conjunto de posibilidades con la mente, ya que ese es su poder, y aislar
una de esas posibilidades, aprenderla a identificar; pero para inyectarle vida
se requieren sentimientos, ya sean de amor o temor hacia esa posibilidad que
está por manifestarse
y así la incorporamos a nuestra vida diaria. No hace falta saberlo, sólo
sentirlo. Todo esto es una cuestión de claridad, de ser más específico,
concreto, de ser personal, de tener muy claro cuáles son nuestros deseos,
porque científicamente los físicos mencionan que este campo- la Matriz Divina-
es un espejo y al mismo tiempo un puente entre el mundo interior y el mundo exterior. Solo nos
devuelve lo que le damos, de allí la importancia de la Ley de Atracción, porque
albergamos en nuestras vidas sentimientos respecto a lo que queremos y a lo que
no queremos, o a lo que tememos.
Durante mucho tiempo en el mundo de la ciencia pura no se
tomó en cuenta el hecho de que nuestro mundo interior influye en el mundo
exterior, de manera que metían los sentimientos y las emociones en el mismo saco de los
pensamientos, pero ya la Física y Mecánica Cuántica, así como los experimentos en
neurología y del cerebro, determinaron que fabricamos nuestra realidad desde la
forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestros
sentimientos y emociones.
Ejemplo de ello es un pequeño órgano llamado hipotálamo; según los científicos médicos, allí se fabrican las respuestas emocionales.
En este organo se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos, ellas son responsables de las emociones que sentimos diariamente.
Según el Dr. John Hagelin, profesor y director del Instituto para la Ciencia, Tecnología y la Política Pública de la Universidad Maharishi en Fairfield, Estados Unidos y autor de artículos y conferencias sobre “La Física de la Conciencia”, dedicado al desarrollo de teorías del Campo Unificado Cuántico, menciona que hay química para la felicidad, para la tristeza, el sufrimiento, la envidia,…, etc.
Ejemplo de ello es un pequeño órgano llamado hipotálamo; según los científicos médicos, allí se fabrican las respuestas emocionales.
En este organo se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos, ellas son responsables de las emociones que sentimos diariamente.
Según el Dr. John Hagelin, profesor y director del Instituto para la Ciencia, Tecnología y la Política Pública de la Universidad Maharishi en Fairfield, Estados Unidos y autor de artículos y conferencias sobre “La Física de la Conciencia”, dedicado al desarrollo de teorías del Campo Unificado Cuántico, menciona que hay química para la felicidad, para la tristeza, el sufrimiento, la envidia,…, etc.
En el momento en que sentimos una determinada emoción,
el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula
pituitaria hasta la sangre y conectándolos con las células que tienen esos
receptores en el exterior y así el cerebro actúa como una tormenta que descarga
los pensamientos a través de las fisuras sinápticas.
No se pueden ver los pensamientos, lo que sí se puede ver son las descargas eléctricas que provoca cada mentalismo conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.
No se pueden ver los pensamientos, lo que sí se puede ver son las descargas eléctricas que provoca cada mentalismo conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.
De acuerdo a tiempos antiguos, en la época de los esenios y
culturas orientales, mantenían que en nuestra vida se distinguen tres
experiencias corporales relacionadas entre sí: “Pensamiento, Sentimiento y
Emociones” con nuestro sistema de chakras principales.
El aura es un campo energético que rodea el cuerpo de cada ser humano y tiene ríos de energía llamados meridianos que nutren a cada órgano del cuerpo, esto se suministra mediante siete vórtices de energía llamados chakras.
Estos tienen diversas funciones: están asociados a una parte del cuerpo y a una glándula en particular, por lo que si están bien balanceados tenemos buena salud.
La buena salud y el correcto flujo de energía también dan una estabilidad y claridad mental al mismo tiempo que beneficia nuestra vida espiritual. La diferencia es que los pensamientos se relacionan con los tres centros de energía superiores: el chakra Coronario, el chakra del Tercer Ojo y el chakra de la Garganta, y éstos no tienen que ver con los procesos lógicos; podemos pensar en una relación perfecta, en la paz del mundo, etc., pero sólo los atraeremos en nuestra vida si le inyectamos emoción a esa idea.
La emoción procede de los tres chakras inferiores: el Plexo Solar, el Sacro y el Básico. La fuerza de la emoción dota de vida a nuestros pensamientos y ambas energías se juntan en el centro que falta: el Chakra Corazón, el cual los científicos llaman “oscilador de cristal líquido del pecho” y nuestro corazón genera ondas electromagnéticas que influyen en lo que nos rodea, según nuestros pensamientos y la emoción que le infundamos.
Al pensar inyectamos una emoción de amor o de temor hacia el pensamiento para crear un sentimiento que se traduce en tristeza, dicha, piedad o ira, etc.
El Físico Cuántico David Joseph Bhom, discípulo de Albert Eisten y otros físicos, hicieron importantes contribuciones a la mecánica cuántica y descubrieron que al someter a determinadas condiciones unas partículas subatómicas llamadas electrones, estos eran capaces de comunicarse unos con otros de manera simultánea sin importar la distancia en que se encuentren entre sí estas partículas. Es como si cada partícula individual supiera exactamente qué están haciendo todas las demás, nadie sabía cómo viajaba la energía, tan rápido que parecía magia. Y Bhom explicó ese fenómeno considerando que se debe a que esas partículas forman parte de un mismo ser llamado el universo, es decir, están juntas en un universo holográfico, aunque aparentemente estén separadas, no existe la distancia que supuestamente las separa. Y esto marcó un antes y un después para la humanidad. Porque antes creíamos y pensábamos que éramos seres aislados y teníamos vida propia e independiente de los demás. Esto indica que una vez que la materia se une, aunque se separe, sigue unida por la energía. Implica que podemos sentir la materia que lo une todo: No somos tan distintos de las partículas, de las estrellas, de los planetas, de las plantas… porque todo es parte de lo mismo!
Los científicos físicos en Ginebra demostraron que somos parte del todo. Ellos tomaron una partícula de lo que está compuesto el mundo y la dividieron y enviaron trozos a sitios distantes, pudiendo comprobar que estas partículas seguían unidas energéticamente. Cuando se actuaba sobre una partícula, la otra sufría el mismo efecto, incluso antes de que se actuara sobre la primera!
Este campo de energía ha estado aquí desde el comienzo de la creación, es un componente que responde a las emociones humanas y en ese sentir nos comunicamos con la fuerza de la creación.
Este campo, este Holograma Cuántico o Mente de Dios, nos responde en consecuencia con lo que sentimos en nuestros corazones. Siempre tenemos un constante diálogo y comunicación con el universo que nos rodea, y todo lo que nos ocurre en nuestras vidas, desde la cura de nuestro cuerpo hasta la paz en el mundo, son reflejos de este campo de energía.
El mundo es reflejo de nuestras emociones, sentimientos,
pensamientos y oraciones. El Dr. John Archibald Whelller (2008) de Florida, hizo importantes
investigaciones en el campo de la teoría física y sugiere que el universo es el
resultado de lo que nosotros hacemos en nuestra vida. Por lo tanto, nuestros
pensamientos- positivos o negativos- deciden el destino feliz o infeliz en el
mundo.
Max Planck, con quien se inicia la teoría cuántica, estudió
cómo se producía la radiación desde un cuerpo incandescente. Su explicación fue
que los átomos que componen el cuerpo incandescente cuando liberaban energía en
forma de radiación no lo hacían en forma contínua, sino en pequeños bloques a
los que él denominó cuantos de energía. Estos pequeños bloques pueden ser
afectados directamente por una energía, el pensamiento. Estas extrañas
partículas tienen otra extraña característica: si las estás observando son
partículas y si no las estás observando son ondas, incluso determinó que llegan
a cambiar de acuerdo a las expectativas de quienes las están observando.
Los cuantos actuarán de acuerdo a lo que dichos observadores desean que hagan. La conexión con estos bloques se hace según lo que los físicos llaman “Campo Unificado de Conciencia” y otra propiedad sorprendente de la física cuántica que denominan “No Localidad”. Esta propiedad significa que cuando dos partículas interaccionan, éstas continúan influyéndose entre ellas instantáneamente, sin importar cuán lejos o cuán separadas lleguen a estar la una de la otra.
Hay una nueva ciencia que liga la Neurociencia con la Física Cuántica, menciona que todo en el universo son simplemente olas sobre un océano de existencia en el campo unificado, que es el campo de nuestra conciencia; todos: hombres, plantas, planetas, etc., somos ondas de vibración de este campo subyacente, unidos en este centro desde nuestros corazones.
Los cuantos actuarán de acuerdo a lo que dichos observadores desean que hagan. La conexión con estos bloques se hace según lo que los físicos llaman “Campo Unificado de Conciencia” y otra propiedad sorprendente de la física cuántica que denominan “No Localidad”. Esta propiedad significa que cuando dos partículas interaccionan, éstas continúan influyéndose entre ellas instantáneamente, sin importar cuán lejos o cuán separadas lleguen a estar la una de la otra.
Hay una nueva ciencia que liga la Neurociencia con la Física Cuántica, menciona que todo en el universo son simplemente olas sobre un océano de existencia en el campo unificado, que es el campo de nuestra conciencia; todos: hombres, plantas, planetas, etc., somos ondas de vibración de este campo subyacente, unidos en este centro desde nuestros corazones.
Finalmente se entiende que hay una conciencia en este mundo conformada
por todos los seres humanos (conciencia colectiva). Venimos del concepto de que
vivimos en un universo físico y debido a ello es difícil entender que vivimos
en un universo consciente, pero en el reino de la mecánica cuántica vivimos en
un universo de pensamientos, estamos sumergidos en un campo de potencialidades.
El Campo de Cuerdas o Campo de Inteligencia Pura, que es el movimiento de toda la fuerza de la naturaleza que
gobierna todas las leyes del universo, está en el campo unificado, que es la
fuente, es el campo más potenciado en la naturaleza, el cual no es material
sino dinámico, consciente e inteligente, es abstracto y se manifiesta como potencialidad
pura.
La física cuántica ha hecho un aprendizaje de la realidad física para entender de qué están hechos los componentes básicos que constituyen nuestra existencia.
Los físicos Robert Nadeau y Menas Kafato de la Universidad de Oxford hicieron un experimento con dos personas que interaccionaban por un período de tiempo hasta que sintieran que habían establecido una conexión entre ellos, luego ellos eran introducidos en dos jaulas de Faraday separadas. Al primer sujeto le emitieron una luz brillante y esta produjo una señal que es grabada en el EGG (Electroencefalograma) en su cerebro. Asombrosamente, una señal de similar forma y fuerza (potencial de transferencia) aparece en el cerebro del segundo sujeto. Los dos sujetos actúan como un sistema no-local correlacionado cuántico. Lo mismo sucede a nivel celular cuando nosotros pensamos. Estos pensamientos desencadenan reacciones químicas adecuadas a nuestros cuerpos, entonces, la mente y las moléculas se coordinan de forma automática y perfecta para que cada una de nuestras células envíen el neurotransmisor adecuado para que recuperemos la salud; sin embargo, si pensamos en dolor, ira, frustración, resentimiento u otros sentimientos de similar naturaleza, nuestro cuerpo crea los neuropéptidos necesarios para atraer esa particular situación en nuestra vida, nuestras células reciben esa orden y la cumplen.
La física cuántica ha hecho un aprendizaje de la realidad física para entender de qué están hechos los componentes básicos que constituyen nuestra existencia.
Los físicos Robert Nadeau y Menas Kafato de la Universidad de Oxford hicieron un experimento con dos personas que interaccionaban por un período de tiempo hasta que sintieran que habían establecido una conexión entre ellos, luego ellos eran introducidos en dos jaulas de Faraday separadas. Al primer sujeto le emitieron una luz brillante y esta produjo una señal que es grabada en el EGG (Electroencefalograma) en su cerebro. Asombrosamente, una señal de similar forma y fuerza (potencial de transferencia) aparece en el cerebro del segundo sujeto. Los dos sujetos actúan como un sistema no-local correlacionado cuántico. Lo mismo sucede a nivel celular cuando nosotros pensamos. Estos pensamientos desencadenan reacciones químicas adecuadas a nuestros cuerpos, entonces, la mente y las moléculas se coordinan de forma automática y perfecta para que cada una de nuestras células envíen el neurotransmisor adecuado para que recuperemos la salud; sin embargo, si pensamos en dolor, ira, frustración, resentimiento u otros sentimientos de similar naturaleza, nuestro cuerpo crea los neuropéptidos necesarios para atraer esa particular situación en nuestra vida, nuestras células reciben esa orden y la cumplen.
La célula es la unidad de carbono más pequeña cargada con
inteligencia, por eso repetimos patrones de vida, circunstancias, relaciones,
trabajo, accidentes,.. ya que son cosas que nosotros mismos atraemos debido a nuestros pensamientos y a la interacción cuántica de esos pensamientos con todo
lo que nos rodea.
Todas son posibilidades de una conciencia. Las emociones son
sustancias químicas impresas de manera holográfica. La farmacia más sofisticada
del universo está dentro de nosotros. Por eso Depak Chopra menciona que todos
tenemos los hipertensivos, los calmantes de dolor, los antidepresivos, los
digestivos, las sustancias químicas para el enojo, las sustancias químicas para la
tristeza, la victimización, etc, en nuestro cuerpo, y con
la ayuda de nuestra mente, pensamientos y emociones podemos emplearlos para
sanarnos.
Muchos seres humanos hemos utilizado la Energía Universal o Divina para sanar a otros, para equilibrar el cuerpo físico y básicamente para ayudarnos mútuamente. Es decir, los seres humanos temenos la capacidad de acceder a la energía universal “oculta”, algo que ha sido reconocido por la ciencia a finales del siglo XX y comienzos de este nuevo siglo.
La energía se encuentra en todo lugar y nos llega con mucha
fuerza, lo que hace más fácil verla o sentirla. Nos comunicamos con el lenguaje
de la energía constantemente unos con otros, con el universo e incluso con
nosotros mismos a nivel celular.
Los físicos cuánticos y los espiritualistas han mencionado y
determinado que las constantes fundamentales del universo están cambiando y esto tiene un tremendo impacto en la mente humana, en la psique, en los cuerpos
sutiles y en el cuerpo físico, especialmente en el cerebro, el sistema nervioso
y el complejo ADN-ARN.
El Dr. en física William A. Tiller menciona que podemos
estar bajo la influencia de parámetros que tienen repercusión en nuestros
sistemas energéticos personales. Este profesor siempre ha estado preocupado con
respecto a nuestro hogar planetario. Él divide las relaciones que
experimentamos los seres humanos en tres categorías: “El humano en relación con
el cosmos, el humano en relación con su ser, el humano en relación con la
sociedad”. Y menciona que “una forma de
acelerar la deseada transformación en los individuos y en la sociedad es
hacer intervenir la interacción en el campo energético humano”, y explica que
esto es posible y beneficioso, ya que todos nosotros nos alimentamos de la fuente de energía del cosmos y con esta energía construimos finalmente
configuraciones energéticas en nuestro campo de energía que se convierten en la
impronta o influencia de lo que somos y de quienes somos. Estas configuraciones
las irradiamos hacia afuera, y a medida que evolucionan en calidad con la
expansión de la conciencia, tienen un impacto positivo sobre quienes nos
rodean.
Hay un experimento que engloba
lo mencionado anteriormente realizada por el Instituto Heartmath de
Californiana, USA. Ellos analizaron el corazón humano como algo más que un
simple bombeador de sangre en nuestro cuerpo. Descubrieron que el corazón
es el campo magnético más grande del cuerpo y es el campo electromagnético que
produce y se extiende más allá del cuerpo físico.
Anteriormente habían
descubierto que alrededor del corazón humano hay un campo magnético en forma de
Tubo Toroidal que se extiende de 5-8 pies fuera del corazón humano. Se hicieron
la pregunta ---¿hay otra forma de energía que es llevada por este campo más
allá de nuestro cuerpo?- Por lo que hicieron un experimento para probar esta
teoría. Así que tomaron el ADN humano y lo aislaron, acto seguido motivaron a los
individuos para que expresaran emociones bien definidas de amor, odio, aprecio,
etc; durante este proceso medían el ADN para ver cómo respondía y encontraron que
frente a emociones de amor, aprecio, compasión, perdón, … el ADN se volvía muy
relajado o “expandido”, y que este relajamiento del ADN fortalecía el sistema
inmunológico. Y se preguntaron - ¿Por qué estos sentimientos positivos
fortalecen el sistema inmunológico?-, y determinaron que cuando el ADN está
relajado o expandido permite que se activen más secciones o filamentos del ADN,
cual interruptores. Y ocurre lo opuesto en presencia de sentimientos como odio,
celos, temor, resentimiento, etc., el ADN se
comprime y no permite que estos interruptores se activen para así
activar el sistema inmunológico.
Hoy sabemos que cuando las personas viven en un estado de
odio, resentimiento, celos, miedo o temor se debilita el cuerpo. Este experimento nos demuestra que las emociones humanas tienen el poder de
cambiar la forma y el funcionamiento de nuestro ADN en el cuerpo. Y este es el principio
de nuestra tecnología interna.
El campo electromagnético nos conecta con el campo físico
observable. La luz es la portadora del patrón del pensamiento del campo
electromagnético. El Fotón de Luz es el mensajero que comunica la información
entre las partículas del campo electromagnético, puesto que somos seres electromagnéticos formados por el espectro de luz visible e invisible. Es decir, el fotón de luz es la partícula elemental
responsable de las manifestaciones cuánticas del fenómeno electromagnético.
El físico alemán Max Plank establece que los intercambios de energía entre la materia y la luz sólo son posibles por cantidades finitas o cuántos de luz, que posteriormente se denominan fotones. Por lo que resulta claro que somos seres de luz electrobioquímico; por lo tanto, podemos modular nuestras frecuencias vibratorias y crear nuestra realidad, ya que poseemos circuitos reales que son alterados por procesos resonantes como los pensamientos.
El físico alemán Max Plank establece que los intercambios de energía entre la materia y la luz sólo son posibles por cantidades finitas o cuántos de luz, que posteriormente se denominan fotones. Por lo que resulta claro que somos seres de luz electrobioquímico; por lo tanto, podemos modular nuestras frecuencias vibratorias y crear nuestra realidad, ya que poseemos circuitos reales que son alterados por procesos resonantes como los pensamientos.
Tomas Bearden, físico conceptual e Ingeniero Nuclear reconocido mundialmente, nos trae un mensaje de esperanza para estos tiempos turbios, y dice que el pensamiento y la intención desempeñan un papel deliberado y causal de nuestra realidad. Dentro del contexto de una realidad en configuraciones organizativas no observables y dentro de dimensiones no observables, la intención es la fuerza que sirve para alterar, elegir, dar forma y modificar esas configuraciones primarias. La intención ejerce cualquiera de estas influencias; así, los campos de información que dan forma al mundo material resultan modificados y este cambio precipita el cambio físico. Cada uno de nosotros es un reflejo del infinito, somos una parte del todo que percibimos externamente como el universo.
Estamos atrapados nosotros mismos en la noción de que el
espacio y el tiempo son las únicas coordenadas con las que podemos definir
nuestra existencia. No obstante, funcionamos como seres energéticamente multidimensionales
en todas nuestras interacciones, en especial, aquellas concernientes a nuestra
esencia como seres electromagnéticos. Por eso es que los físicos ven ahora el mundo cuántico como uno en que la
conciencia participa y tiene un papel activo en conformar nuestra realidad.
El
desafío más importante de la física cuántica y la neurociencia es desarrollar
una ciencia de la física inter-dimensional que unifique la conciencia en la
grandiosa ecuación del universo. El campo humano emite fotones – biofotones -desde
el interior del ADN, cuanto más cargado está el campo electromagnético, más
activo es el cambio de información. El término multidimensional lo utilizan
aquí para describir la posible existencia de múltiples vidas simultáneamente en
sistema de coordenadas espaciotemporales diferentes y separadas.
Hoy en día podemos observar cambios en los conocimientos de
la Física y la Mecánica Cuántica y en los avances de la Neurociencia. Y a pesar
de que muchas personas en todo el mundo sienten que el mundo está fuera de
control y que no tienen el poder de hacer nada al respecto, todos estos
descubrimientos demuestran que podemos crear nuestra vida, nuestra realidad. Somos seres creadores en potencia y al ser creadores entendemos cómo esta
cualidad nos une con la espiritualidad y con la capacidad de hacer todo aquello
que queramos si le damos la atención y la dirección necesaria.
Somos creadores de milagros en todo lo aspectos, incluso
dentro de la salud podemos curar lo que deseamos, a esta capacidad se le
denomina “curación espontánea”, “placebo”, no comprendida por la medicina
tradicional.
Recuerde las palabras de Jesús: “De estas cosas y de más sois capaces; vosotros podéis hacer cosas como las que yo hago y aun superiores. Si tuvierais fe como un grano de mostaza podrían decir a este sicomoro: "desrráigate y plántate en el mar y él os obedecería”.
Recuerde las palabras de Jesús: “De estas cosas y de más sois capaces; vosotros podéis hacer cosas como las que yo hago y aun superiores. Si tuvierais fe como un grano de mostaza podrían decir a este sicomoro: "desrráigate y plántate en el mar y él os obedecería”.
El físico David Bhom, a esta capacidad de
crear flujos y cambios le llamó “Holomovimiento”, en el cual mente y materia
están unidos y dijo: “cuando vibra el electrón, el universo vibra”. Por lo tanto, estos principios sutiles nos
recuerdan que somos parte de todo lo que vemos, el mundo que nos rodea es nada
más y nada menos que un reflejo de aquello en lo que nos hemos convertido interiormente.
Por consiguiente, debemos convertirnos en aquellos escenarios que por elección queremos vivir en nuestras vidas.
Debemos convertirnos en amor, en paz, en curación, en compasión, en cooperación, etc., Tenemos que convertirnos en estas experiencias para que el “Campo Unificado”; o “Campo Divino”; o “Campo de Cuerdas” pueda reflejarlas y así nos convertiremos en mejores personas y crearemos un mundo mejor donde vivir.
Por consiguiente, debemos convertirnos en aquellos escenarios que por elección queremos vivir en nuestras vidas.
Debemos convertirnos en amor, en paz, en curación, en compasión, en cooperación, etc., Tenemos que convertirnos en estas experiencias para que el “Campo Unificado”; o “Campo Divino”; o “Campo de Cuerdas” pueda reflejarlas y así nos convertiremos en mejores personas y crearemos un mundo mejor donde vivir.
Nota: este artículo está basado en un resumen de trabajos
científicos realizados por Físicos dedicados al estudio y experiencias de
laboratorio en la Física y Mecánica Cuántica y en Neurociencia, en una forma
sencilla que pueda fácilmente ser entendido por los lectores no familiarizados
con estas ciencias. Y que sirva para que la gente lo aplique en su vida diaria.
Gracias a que en mi pensum de estudios de Ingeniería veíamos Física Nuclear y
Atómica en el IV semestre dirigida por un físico japonés de apellido Takahashi,
en pleno apogeo de la Ley de Relatividad de Albetrt Eisten, lo cual me permitió
entender muchos de estos conceptos.
Autor: Edgar Chacón Ibarra.
Adaptación: Mariam Bolet
Tu Mente Puede Transfromar Tu Cuerpo
5 comentarios:
Mil gracias. Que manera tan sencilla de explicar algo complicado y difícil de asimilar. Fantástico seria q cada ser humano lo pusiera en practica llámese seres de cualquier ideología sexo creencia situación país etc etc quiero ver un cambio en el mundo quiero q todo se detenga y que solo avance la paz el entendimiento la compasión el amor el interés por saber más por solucionar más quiero que las guerras se acaben definitivamente y para siempre y que el humano entienda que podemos vivir en paz y sin contaminacion que pare la acaricia de muchos YA BASTA entremos en el terreno de la verdadera humanidad su esencia creadora y no destructora, por favor, enseñen divulguen que llegue a todo entendimiento, falta caminos constrúyanlos para las nuevas generaciones y la que están ya caminando.por favor!!!
Excelente
Este articulo es pura iluminacion!
Gracias
Excelente es tan simple que se específica Que sólo tenemos que pensar y actuar con amor infinito por el prójimo para reflejar luz para el mundo
Maravilloso es necesario difundir esta información a nivel mundial,es la única forma, creo humildemente, de ayudar a ser conscientes a mas seres humanos de que es posible sanar esta parte de este ser vivo que es el precioso Universo,gracias, gracias, gracias!!!
Mucho Amor es la lección que debemos aplicar.
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