PRINCIPIO DE
POLARIDAD
El Principio de Polaridad se encuentra justo en el medio. La comprensión cabal del mismo permite producir grandes cambios en la vida. Si todavía no has visto grandes cambios en la vida, si todavía no has visto resultados notables con la aplicación de lo que has estudiado hasta ahora, prepárate para experimentar la magia de la transformación.
El Principio de
Polaridad dice textualmente: "Todo es doble; todo tiene dos polos; todo,
su par de opuestos; los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos
son idénticos en naturaleza pero diferentes en grado; los extremos se tocan;
todas las verdades son semi verdades; todas las paradojas pueden
reconciliarse".
Para comprender mejor el Principio de Polaridad, lo vamos a estudiar por partes. Está claramente explicado que en el Universo donde vivimos todo es doble, todo tiene su par de opuestos. Algunos son: blanco/negro, hombre/mujer, calor/frío, arriba/abajo, este/oeste, bueno/malo, rico/pobre, amor/odio, sucio/limpio, culpable/inocente.
Nuestra función como metafísicos es aprender a "armonizar los opuestos". Venimos al planeta Tierra a desarrollar la habilidad de encontrar el justo equilibrio entre los distintos polos. Tenemos que aprender a pararnos justo en el medio.
Para comprender mejor el Principio de Polaridad, lo vamos a estudiar por partes. Está claramente explicado que en el Universo donde vivimos todo es doble, todo tiene su par de opuestos. Algunos son: blanco/negro, hombre/mujer, calor/frío, arriba/abajo, este/oeste, bueno/malo, rico/pobre, amor/odio, sucio/limpio, culpable/inocente.
Nuestra función como metafísicos es aprender a "armonizar los opuestos". Venimos al planeta Tierra a desarrollar la habilidad de encontrar el justo equilibrio entre los distintos polos. Tenemos que aprender a pararnos justo en el medio.
La conclusión
final es que no existe diferencia entre el frío y el calor. Los dos son
extremos de una misma cosa, son polos opuestos; la única diferencia entre ellos
es el grado en el que se están manifestando. Cuando el termómetro marca los
grados menores, tenemos la sensación del frío. Por el contrario, cuando la
marca llega a grados mayores decimos que hace calor. Pero en esencia, estamos
hablando siempre de la misma cosa: la temperatura.
Veamos otro ejemplo práctico: a veces, cuando amamos demasiado a alguien también pasamos al extremo del odio con facilidad. Después de haber compartido intensamente nuestra vida con una persona, no queremos volver a verla nunca más. Hemos pasado de un polo al otro, como del frío al calor. Cuando alguien afirma que no desea ver más a su ex pareja es porque en el fondo todavía siente mucho amor. Todavía está actuando dentro de la polaridad amor/odio. La ausencia de amor se constata cuando hay indiferencia, cuando a la persona le da lo mismo ver al otro, o no.
Veamos otro ejemplo práctico: a veces, cuando amamos demasiado a alguien también pasamos al extremo del odio con facilidad. Después de haber compartido intensamente nuestra vida con una persona, no queremos volver a verla nunca más. Hemos pasado de un polo al otro, como del frío al calor. Cuando alguien afirma que no desea ver más a su ex pareja es porque en el fondo todavía siente mucho amor. Todavía está actuando dentro de la polaridad amor/odio. La ausencia de amor se constata cuando hay indiferencia, cuando a la persona le da lo mismo ver al otro, o no.
Tal como lo
afirma El Kybalión, los opuestos son lo mismo. Cuando observamos a una persona
muy buena y luego la comparamos con otra que es muy mala, en esencia sabremos
que estamos hablando de la misma cosa pero en diferentes grados de
manifestación; cada una de ellas está ubicada en un extremo. Todos tenemos
distintos grados de bondad y también de maldad. Las personas extremistas, para
las cuales todo es blanco o negro, tienen más trabajo por hacer porque a ellas
les resulta más difícil ser parcial o encontrar el punto medio.
¿Cuál es la razón
por la cual debemos aprender a armonizar los opuestos? La respuesta es
sencilla: encontrar la unidad en todo. Recordemos lo estudiado anteriormente:
en el Universo existe un solo Dios, una sola Fuente, una sola Energía, un solo
Amor; por lo tanto, la diferencia que percibimos entre polos opuestos no es
real. Lo que existe en esencia es la Unidad. Si queremos acceder al estado de
paz y armonía en la cual habita Dios, debemos aprender a encontrar la unidad en
todo lo que nos rodea. Mientras más separación percibimos, más lejos estaremos
de encontrar el amor y la paz de Dios. Cuanta más separación percibimos, más se
manifiestan los conflictos.
Debemos aprender
a reconocer que el "culpable" también es inocente; que nadie es tan
bueno ni tan malo como parece; que nada es tan lindo o tan feo como lo
catalogamos; que nada es tan caro o tan barato. Cuando empezamos a ejercitarnos
para encontrar la unidad en todo, el resultado que se obtiene es la paz.
Cuando estudiamos
el Principio de Vibración, vimos que la vibración más alta corresponde al
Espíritu; por otra parte, la vibración más baja le corresponde a la materia.
Ahora sabemos que, en esencia, los dos extremos son la misma cosa. Sólo cuando
aprendamos a pararnos en el punto medio encontraremos la paz. Dicho de otra
forma: no se puede vivir feliz en el mundo material sin tener espiritualidad y
no se puede ser espiritual si no se tiene orden en el mundo material. Los dos
extremos necesitan ser conciliados para lograr una vida armoniosa.
Lo único que no tiene opuestos es el Amor de Dios, que es incondicional, permanente y sanador. Dios nos ama y nos acepta tal como somos. El nos ha creado de esa forma; por lo tanto, Él conoce cada una de nuestras virtudes y defectos. Su aceptación es total y no hay ninguna clase de condenación de su parte. Cuando hablamos de la polaridad amor/odio, por lo general estamos hablando del amor romántico. Recuerda siempre que el Verdadero Amor no tiene opuestos.
Otra parte de este mismo Principio sostiene que "los extremos se tocan". Para entender esto, veámoslo en otro ejemplo práctico: si yo decido viajar siempre en dirección este y pudiera dar toda la vuelta al mundo, entonces terminaría en el mismo punto de partida. La pregunta que surge entonces es: ¿Dónde está el oeste? La respuesta más acertada de acuerdo con este principio, sería que el este y el oeste son lo mismo.
Debemos recordar que "como arriba es abajo, como abajo es arriba", lo más probable es que si yo viajara a través del Universo siempre en la misma dirección, finalmente terminaría en mi punto de partida. En el Universo todo tiene un movimiento circular cíclico.
Lo único que no tiene opuestos es el Amor de Dios, que es incondicional, permanente y sanador. Dios nos ama y nos acepta tal como somos. El nos ha creado de esa forma; por lo tanto, Él conoce cada una de nuestras virtudes y defectos. Su aceptación es total y no hay ninguna clase de condenación de su parte. Cuando hablamos de la polaridad amor/odio, por lo general estamos hablando del amor romántico. Recuerda siempre que el Verdadero Amor no tiene opuestos.
Otra parte de este mismo Principio sostiene que "los extremos se tocan". Para entender esto, veámoslo en otro ejemplo práctico: si yo decido viajar siempre en dirección este y pudiera dar toda la vuelta al mundo, entonces terminaría en el mismo punto de partida. La pregunta que surge entonces es: ¿Dónde está el oeste? La respuesta más acertada de acuerdo con este principio, sería que el este y el oeste son lo mismo.
Debemos recordar que "como arriba es abajo, como abajo es arriba", lo más probable es que si yo viajara a través del Universo siempre en la misma dirección, finalmente terminaría en mi punto de partida. En el Universo todo tiene un movimiento circular cíclico.
Seguramente
estarás preguntándote- ¿cómo se utiliza este principio en la vida práctica?- la
explicación es ésta: cada vez que te encuentres viviendo una situación extrema,
es decir, que estés ubicado en uno de los polos y desees revertir o neutralizar
la situación, deberás comenzar a crear la energía de la polaridad opuesta. De
esta manera llevarás el "termómetro" a su punto medio. Como ejemplo
concreto, piensa en lo siguiente: cuando tienes frío, enciendes la calefacción
o te abrigas más, es decir, buscas calor. Con el calor se neutraliza el frío y
viceversa; con la luz se hace desaparecer la oscuridad; con el amor se
transforma el odio, y así con todas las polaridades.
No se puede
cruzar de un par de opuestos a otro y esperar un resultado en el primero. Si
deseas transmutar una situación, tendrás que utilizar la energía envuelta en
ese par, no en otro. Volviendo al ejemplo anterior, si tienes frío, buscas cómo
generar más calor y no otra cosa. Si estás en una situación de pobreza, buscas
ganar más dinero, no más frío ni calor. Se debe trabajar siempre con elementos
de la misma naturaleza, a los cuales les cambia su grado de manifestación.
Es probable que
hayas escuchado alguna vez un comentario como el siguiente: "¿Por qué Dios
no le da una pareja a esta chica que es tan buena y servicial? La respuesta se
encuentra en este principio. Por que esa joven está generando la energía de las
polaridades del servicio y la bondad, pero no la del amor. Con la bondad se
elimina la maldad; con el servicio se elimina el desamparo. En otras palabras,
no se consigue pareja siendo "bueno"; sólo se consigue Amor cuando se
ama. ¿Pero a quién vas a amar si no tienes a nadie? En primer lugar, a ti
mismo, y luego a la persona ideal que "fabriques" en tu mente. Sólo
así se manifestará el Verdadero Amor en tu vida.
Las personas que
tienen problemas de dinero o están en la pobreza deben empezar a dar algo de lo
poco que tienen; es decir, deben fingir que están en el otro polo y comenzar a
actuar como "ricos" o, al menos, como alguien que tiene algún dinero.
Hay personas que piensan que "Dios los va a ayudar económicamente"
porque ellos brindan su tiempo sirviendo en alguna institución de beneficencia.
Si brindas tu tiempo, todo lo que recibirás a cambio es todo el tiempo que
necesites para tu vida personal. Para mantener una vida próspera, es necesario
respetar la "Ley del Diezmo": dar el diez por ciento del dinero que
recibimos a la persona, el lugar o la institución que en ese momento nos provee
nuestro alimento espiritual. De esta manera, mantenemos en circulación la
energía del dinero.
Mis alumnos se
asombran cuando les digo que Dios ni se entera de nuestros problemas. Esto es
debido a que lo que llamamos "Dios" es una Vibración perfecta del
Universo, en el cual no hay discordias, ni guerras, ni ninguna clase de
problemas. Nuestro problema se reduce a un problema de percepción, porque en
este plano percibimos dos polos en todo lo que nos rodea. Aquí estamos
experimentando el fenómeno de la separación, que no es real, y hasta que no
aprendamos a encontrar la Unidad en todo no "llegaremos a Dios".
Nosotros no vamos hacia Dios; ya estamos en Él. No hace falta morirse para
"ir al Cielo". El Cielo ya está aquí; sólo debemos aprender a
reconocerlo. Para eso, necesitamos cambiar nuestra percepción del mundo y
eliminar de nuestra mente la idea de polaridades. A este proceso lo definimos
como el de "armonizar los opuestos".
LAS SEMIVERDADES
En otra parte, el
principio de Polaridad sostiene que "todas las verdades son
semi-verdades". En pocas palabras, esto significa que nadie en el planeta
Tierra es poseedor de la verdad completa, sino que todos tenemos nuestra cuota
de verdad. Es decir que al igual que con las piezas de un rompecabezas, uniendo
nuestra semiverdad con la de los demás, encontraremos la verdad completa. Por
eso es importante escuchar a otros. Siempre se aprende algo nuevo de los demás.
En mi trabajo de
consultor, a veces atiendo a parejas con problemas, y es allí donde veo más
claramente cómo funciona este principio. Cuando la mujer se queja de su
marido, cuenta su semi-verdad y tiene su lógica o razón. Pero luego, al escuchar
al esposo quejarse de su mujer, veo que él también tiene su razón o semiverdad.
Ninguno de los dos tiene la verdad completa; la verdad está en el medio. En
todo problema de pareja, las responsabilidades están siempre repartidas en un
cincuenta por ciento para cada uno, aunque uno de ellos parezca culpable y otro
inocente.
Cuando nos
encontramos defendiendo ciegamente nuestro punto de vista, en realidad, estamos
errando porque "ninguno de nosotros es portador de la verdad
completa". Por lo tanto, como metafísicos debemos siempre ser flexibles y estar alertas para aprender de los demás. Cuando criticamos a alguien que piensa o
actúa de una manera diferente de la nuestra, en realidad nos estamos cerrando
a la posibilidad de aprender otra parte de la verdad. Cada persona, aunque nos
parezca errada, tiene su porción de conocimiento. El mantener nuestra mente
abierta nos ayudará a escuchar y aprender otra forma de lógica que, finalmente,
nos llevará a encontrar el punto medio, o sea, aquello que definimos técnicamente
como la armonización de los opuestos.
En el camino de la evolución espiritual se debe evitar todo tipo de fanatismo. No tienes ni siquiera que defender las ideas que estás estudiando ahora. Si estás de acuerdo, tómalas como parte de tu semiverdad, pero siempre mantente abierto a seguir aprendiendo de numerosas fuentes. El fanatismo lleva a pararse en un polo, en un extremo; por lo tanto, nunca te conducirá a vivir en paz. La Verdad está siempre en el medio.
En el camino de la evolución espiritual se debe evitar todo tipo de fanatismo. No tienes ni siquiera que defender las ideas que estás estudiando ahora. Si estás de acuerdo, tómalas como parte de tu semiverdad, pero siempre mantente abierto a seguir aprendiendo de numerosas fuentes. El fanatismo lleva a pararse en un polo, en un extremo; por lo tanto, nunca te conducirá a vivir en paz. La Verdad está siempre en el medio.
Las personas que
tienden a ir a los extremos en sus reacciones tienen más trabajo que realizar.
Las conductas extremistas producen resultados extremistas, por lo tanto,
tampoco conducen a soluciones felices. Cada uno de nosotros debe aprender a
encontrar el punto medio y su propio equilibrio.
La razón por la cual
somos poseedores solamente de una semi-verdad es que debemos aprender a
encontrar la unidad en todos. Nuestro ego genera diferencias y separaciones
entre las personas pero, de acuerdo con este principio "Todos somos parte
de lo mismo". Dicho en términos metafísicos, "El Hijo de Dios es Uno
solo y está formado por cada uno de Nosotros". Nuestro ego se resiste a
esa idea y no quiere renunciar a su individualidad.
Si analizas los grandes problemas del mundo te darás cuenta de que, en esencia, están generados por el ego humano: la diferencia de razas, culturas, economías, límites entre países y demás. En síntesis, es un problema de percepción errónea. Cuando aprendamos a ver la Unidad en cada uno de nosotros, la mayoría de estos problemas desaparecerán de la Tierra.
LA POLARIDAD
DAR/RECIBIR
Muchas personas
se quejan que dan mucho y reciben poco. La persona que está acostumbrada a dar
siempre se encuentra parada en uno de los polos o extremos y, mientras se
mantenga en esa posición no habrá manera posible de que reciba algo del
Universo. Esto se debe a que la persona está vibrando con la Energía del Dar y
carece por completo de la energía opuesta, la del Recibir. Por lo general,
estas personas se sienten incómodas cuando reciben un regalo o cumplido; en el
peor de los casos, lo rechazan por completo. La aplicación del Principio de la
Polaridad nos permite transmutar las energías de un polo al otro para
manifestar un determinado resultado.
Para cambiar esta
situación, es necesario que la persona aprenda a "recibir". Por
ejemplo, si recibe un regalo, solamente tiene que agradecerlo y bendecirlo, y
no salir corriendo a comprar otro regalo en devolución. Si alguien le dice un
cumplido o algo agradable, sólo debe agradecer. Es curioso, pero para muchos no
es fácil recibir. Esto se debe a que en la Conciencia de la persona existen
ciertas asociaciones negativas con el hecho de recibir. Algunos creen que si
aceptan regalos de otros, estarán sometidos a su voluntad. Otros creen que no
se lo merecen o que no es necesario. Cualquiera sea el pensamiento negativo,
deberá ser eliminado y reemplazado por otro de gratitud. Como estudiante de
metafísica tienes que estar siempre abierto y receptivo a todo lo que el
Universo te quiera brindar.
En definitiva,
quien no recibe no ha desarrollado la polaridad del "recibir". En el
orden práctico, se debe trabajar con la mano izquierda, ya que todo el lado
izquierdo del cuerpo desarrolla la energía del recibir. Al principio, uno se
siente torpe usando esta mano, pero, con el tiempo y la práctica, las tareas se
vuelven más sencillas. En el caso de la gente zurda, la regla se invierte.
Por otra parte,
la mano derecha y todo ese sector del cuerpo desarrollan la energía del dar. A
las personas acostumbradas a dar demasiado a menudo les sugiero que cierren su
mano derecha y que abran la izquierda, moviendo los dedos hasta calentar bien
la mano. De esta sencilla manera se activan los canales de recepción de
nuestro Ser.
Si consideramos
cada uno de los eventos externos como un reflejo de nuestras programaciones
internas, podremos reconocer claramente cuándo estamos trabados en nuestro
canal de receptividad. En definitiva, aquellas personas que nos desilusionan
por no darnos lo que esperamos de ellas, en realidad nos están enseñando que
no estamos listos para "recibir". Esto ocurre cuando no recibes el
amor que deseas de tu pareja, cuando no te otorgan el aumento de sueldo
prometido, cuando no logras la atención de tus familiares o amigos, o en
cualquier otra situación en la que el resultado no responde a tus expectativas.
En lugar de aferrarte a la desilusión, es más ventajoso que te pongas a
trabajar para abrir todos los canales energéticos de tu Ser que favorezcan la
Receptividad.
Para lograrlo,
también es aconsejable extender ambos brazos, abrir ampliamente las manos y
afirmar con mucha emoción: "Estoy abierto y receptivo a todo lo bueno para
mí. A partir de hoy, Acepto abundancia de amor, dinero, salud, éxito, felicidad, ... y todo bien que ya me ha sido dado y que me merezco. Y lo acepto
ahora mismo".
Yo realizo este
ejercicio cada día en la mañana, apenas me levanto. De esta manera me preparo
para recibir todo lo bueno que la vida tiene para mí.
Si lo que quieres
aceptar es más Amor, puedes extender tus brazos y afirmar: "El Amor Divino
me conduce a una relación amorosa con mi pareja perfecta y me mantiene en ella.
Y ahora acepto con amor a la pareja perfecta para mí, que se manifiesta en el
plano físico ahora mismo porque Yo Soy capaz de Amar, Digna de ser Amada, estoy
lista para recibirlo en mi vida y brindarnos un Amor Divino e Incondicional y feliz porque me lo merezco. Gracias Dios porque él/ella ya está en mi vida. Y
así es".
Si quieres recibir
más Dinero $$$, afirma: "Mis ingresos aumentan día a día. Yo Soy muy
próspero y exitoso en todo lo que emprendo".
Para incorporar
en nuestra mente estas nuevas ideas, es necesario repetir las afirmaciones
muchas veces, en tiempo presente, en voz alta. Recordemos que la palabra tiene una vibración más alta que nuestro pensamiento; por
lo tanto tiene más fuerza y poder. Nuestra palabra es una orden
que enviamos al Universo para que se realice, por eso debemos decretar, hablar
con sentimiento, alegría y acompañarlas con gestos corporales... mímicas que
acentúen la idea.
Por ejemplo, para hacer más poderosa la idea de que tus ingresos aumentan cada día, puedes agacharte un poco y luego, al enderezar tu cuerpo, repites la afirmación mientras extiendes tus brazos. Cuanto más teatralices lo que afirmes, más pronto se hará realidad.
Por ejemplo, para hacer más poderosa la idea de que tus ingresos aumentan cada día, puedes agacharte un poco y luego, al enderezar tu cuerpo, repites la afirmación mientras extiendes tus brazos. Cuanto más teatralices lo que afirmes, más pronto se hará realidad.
LA IMPACIENCIA
Durante el
proceso de crecimiento espiritual cada aspirante tiene que enfrentarse con una
barrera muy común: la impaciencia. El deseo de obtener resultados rápidos o de
alcanzar mayores niveles de comprensión se convierte en una frustración difícil
de superar. Para muchos de ellos, la palabra "paciencia" es otra mala
palabra y una virtud muy difícil de desarrollar.
La impaciencia no
es más que una resistencia a los cambios. Desde el punto de vista metafísico,
la impaciencia es la falta de capacidad para incorporar algo nuevo.
Cuando sembramos
una "semilla" en un terreno fértil, lo primero que brota es un
pequeño gajo muy tierno y frágil. Con sólo darle un pisotón a la planta,
podemos destruirla completamente. Sin embargo, si la cuidamos y la regamos a
diario, esa planta crecerá fuerte y firme y podrá resistir cualquier tormenta
en el futuro. De esta manera, la planta nos dará flores y frutos. Desde el
momento en que sembramos la semilla hasta que obtenemos los frutos, existe un
tiempo determinado, un proceso necesario e imposible de evitar. "Todo en
el Universo tiene su tiempo de gestación".
Siguiendo esta
analogía, cuando intentamos cambiar algo en nuestro carácter es como si
depositáramos una nueva "semilla" en la Conciencia. Para ver los
frutos futuros, tendremos que cuidar pacientemente aquello que estamos tratando
de desarrollar.
La impaciencia es
una fuerte resistencia a incorporar nuevas conductas. Las personas más
impacientes pretenden que las cosas les salgan bien desde el principio y esto
es prácticamente imposible. Cuando uno ensaya una nueva conducta, lo más
probable es que vuelva más fácilmente a repetir una y otra vez la conducta
anterior. Sin embargo, si se sigue ensayando a lo largo del tiempo, finalmente
la nueva conducta quedará incorporada a la personalidad.
Para entender mejor el concepto debemos comparar este proceso al entrenamiento que realiza un deportista. Cuanto más se entrena, más eficaz será en su desempeño físico. Debemos pensar que ningún deportista tiene el mismo rendimiento el primer día que en los días posteriores sino todo lo contrario. El entrenamiento exige constancia, intención y acción.
Para entender mejor el concepto debemos comparar este proceso al entrenamiento que realiza un deportista. Cuanto más se entrena, más eficaz será en su desempeño físico. Debemos pensar que ningún deportista tiene el mismo rendimiento el primer día que en los días posteriores sino todo lo contrario. El entrenamiento exige constancia, intención y acción.
Por lo general,
las personas impacientes están en conflicto con el paso del tiempo. La
sensación de que hay que esperar demasiado tiempo o, por el contrario, de que
no alcanza el tiempo para la actividad requerida, sólo acelera la manifestación
de frustración.
A aquellos a
quienes no les alcanza el tiempo, le recomiendo comenzar a trabajar con la
siguiente afirmación: "El tiempo se alarga cuando lo necesito. El tiempo
se acorta cuando lo necesito. El tiempo es mi aliado y siempre tengo todo el
tiempo que necesito".
El trabajo del
escritor exige paciencia y constancia; un libro no se escribe en un sólo día.
Uno de los primeros trabajos de escritura que realicé en los Estados Unidos fue
el de redactar un informe referido a los niños para una compañía de programas
de computadora. Aquel proyecto me exigía un esfuerzo de por lo menos un año.
Sin embargo, comencé a aplicar los conceptos metafísicos para dominar el tiempo
y éste se redujo notablemente. Cada mañana, me paraba frente al espejo, me
miraba a los ojos y afirmaba con emoción: "Todo lo que escriba hoy va a
fluir fácilmente. Escribo en forma rápida y correcta". Al final, agregaba
afirmaciones de prosperidad. "Este proyecto es muy exitoso y me permite
ganar abundante dinero".
Terminé el
trabajo en tres meses y el informe se sigue vendiendo hasta la fecha con mucho
éxito. Ha sido traducido a varios idiomas, incluyendo el griego y el ruso, algo
que nunca imaginé cuando hacía mi programación. Sin embargo, la vida me
sorprendió llevando mi proyecto por el camino más exitoso, tal como yo lo había
pedido.
A los
estudiantes, les recomiendo que, antes de abrir los libros, realicen la
siguiente afirmación en voz alta: "Todo lo que estudio hoy lo asimilo con
facilidad y lo recuerdo cuando es necesario". De esta manera, la mente
captará y retendrá toda la información que se lea y la traerá a la memoria
tanto en un exámen como en cualquier momento de la vida profesional futura
cuando sea necesario.
Un metafísico
"Vive en el futuro y lo trae al presente". La mayoría de la gente
vive en el pasado contaminando su futuro. El metafísico se concentra en aquello
que quiere lograr y lo disfruta como si ya fuera una realidad ahora mismo. De
esta manera, vive en el presente lo que desea para su futuro. Disfruta de la
futura pareja como si ya estuviera a su lado; se siente rico y generoso, aún
cuando su condición económica sea la misma; disfruta de las vacaciones aunque
todavía no haya viajado. Estos sueños, lejos de ser una fantasía, son sus
objetivos y, por eso, dispone de todos sus sentidos para crear esa nueva
realidad. De este modo, genera la energía que acompaña a aquellos logros
provocando su manifestación en el presente. Cuando hablamos del tiempo, debemos
saber que el Principio de Polaridad nos ayudará a vivir siempre en el presente.
La gente común se
preocupa por su futuro y siembra en su Conciencia dudas y miedos, lo cual es
muy nocivo. La preocupación se convierte en un imán poderoso que termina
atrayendo aquello que la persona no desea. Como ejemplo, podría decirse que la persona
que más le teme a los robos es aquella que finalmente es asaltada. La mayoría
de nuestros miedos y preocupaciones provienen de malas experiencias del pasado;
tienen cierta lógica en nuestra mente, lo cual les da poder, ya que el temor
atrae en forma negativa como un imán lo que más tememos. Recordemos que siempre
"Somos nosotros los que estamos eligiendo cómo pensar, hablar, sentir, Ser
y qué Tener... somos los Arquitectos de nuestra Vida y Destino"
En los casos más
absurdos, los principales miedos ni siquiera son propios, sino heredados de
algunos de los padres o tomados del entorno. Lamentablemente,
en nuestra cultura está bien visto el "preocuparse" por nuestros
seres queridos. Desde el punto de vista metafísico la preocupación sólo agrava
el problema, porque se pone la atención en el problema y no en la
"solución".
Cuando se quiere
ayudar a alguien que está sufriendo alguna aflicción debemos lograr que
recupere su Fe poniendo el énfasis en la "solución". Los primeros en
tener esa FE debemos ser nosotros; por lo tanto, no debemos preocuparnos sino
ocuparnos.
Muchos Padres
creen erróneamente que ayudan a sus hijos preocupándose por ellos. En realidad,
lo único que hacen es agravarles su problema. Por tal motivo, insisto en que
debemos concentrarnos en la "solución feliz" de cualquier problema
que tengamos en el presente.
Generalmente,
cuando queremos movernos de un polo al otro, la vida se vuelve caótica. La
gente común interpreta esto como "mala suerte", pero el metafísico
sabe que los "problemas" que emergen en el camino representan una
gran oportunidad para sanar y corregir errores en nuestra Conciencia.
Esto se ve muy
claramente en la persona que desea vivir un "Gran Amor". Previo a
encontrar ese gran amor, la persona vivirá algunas experiencias dramáticas y
disfuncionales que la ayudarán a tomar Conciencia de sus propios errores,
programaciones negativas, miedos y demás, y a sanar todo aquello que le impide
concretar su propia felicidad.
DESAFIANDO EL
KARMA
Durante el
proceso de la manifestación de tus deseos, notarás algo curioso: aquello que
más deseas, a veces, te parecerá más difícil de alcanzar, mientras que otros
deseos de menor importancia se harán realidad casi sin esfuerzo. También puede
ocurrir que eventos importantes se manifiesten aún cuando ni siquiera lo habías
programado en tu mente. A partir de esto, uno fácilmente puede llegar a la
conclusión errónea de que al programar nuestros deseos estamos entorpeciendo el
proceso; sin embargo, no es así.
Todo aquello que
se nos manifiesta fácilmente es lo que, de alguna manera, ya tenemos ganado en
Conciencia, en cierto nivel mental, lo consideramos posible, sentimos que
estamos listos para recibirlo y sabemos que lo merecemos. Muchas de estas
situaciones se han ganado en el proceso de vidas anteriores y, por eso,
resultan tan fáciles en la vida presente. Hay personas que encuentran
fácilmente su pareja, mientras que parecería que otras nunca tienen la suerte
de dar con la persona adecuada. Lo más probable es que las primeras hayan
pasado por problemas similares a los que tuvieron las segundas, pero en una
vida anterior; por lo tanto en el presente parecen estar un escalón más arriba.
Cuando empezamos
a elegir conscientemente, estamos desafiando las limitaciones impuestas por
nuestro karma. Comenzamos a utilizar nuestra voluntad para producir un
resultado determinado que aún no hemos logrado. Entonces, nos valemos de todas
las herramientas que conocemos: afirmaciones, visualizaciones, meditaciones, y
demás. Este proceso puede ser muy desalentador por varios motivos:
El primero es
que, al iniciarlo, tendremos que enfrentar en primer lugar todo aquello que se
opone a nuestro deseo. Una persona que siempre ha sido pobre y elige ser rica
tendrá que ser consciente de todos los pensamientos de pobreza que contiene en
su interior, y luego deberá hacer un gran esfuerzo para reemplazarlos por
pensamientos de abundancia y riqueza.
El segundo motivo
es que durante este proceso pueden manifestarse situaciones incompletas que no
responden al objetivo seleccionado. La persona pobre empieza a tener ciertos
negocios o ingresos de dinero pero que aún están lejos de representar su
riqueza. Mucha gente se desalienta cuando, en realidad, lo único que debería
hacer es tomar estas manifestaciones como "señales" de que está
marchando por el camino correcto, sabiendo que aún hay más trabajo por hacer.
Yo comparo este proceso al de cocinar una torta en el horno. Uno puede abrir la
puerta del horno antes de tiempo y, aunque la torta tiene todos sus
ingredientes, no está totalmente cocida.
Cuando algo se
manifieste en forma parcial y no completa, no debes decepcionarte sino
continuar el trabajo que estés haciendo. Tarde o temprano, verás el resultado
total. Recuerda que estás desafiando las reglas impuestas por tu destino porque
has elegido crecer y vivir mejor. No hay nada de malo en eso, sino todo lo
contrario. Pero ten presente que esta evolución exigirá un esfuerzo de tu
parte.
En nuestra carta
natal se ven claramente tanto las situaciones que ya tenemos ganadas en
Conciencia, aquellas, en las que tendremos suerte o serán muy fáciles de
adquirir, como aquellas que representan desafíos, dolor y frustraciones. En
síntesis, una carta natal no es más que un "mapa del pensamiento de la
persona". La combinación entre planetas refleja su manera de pensar y ver
las distintas situaciones de la vida. Las personas más primitivas, las que no
se cuestionan acerca del sentido de su vida y no desarrollan un contacto más
directo con su Espíritu, son las que responden más fielmente a todo lo que está
escrito en su carta natal. En esos casos, se puede calcular hasta el día y la
hora de sus sucesos principales. Por otra parte, las personas que empiezan a
elevarse espiritualmente, comienzan a escapar a los condicionamientos
planetarios. Por este motivo, es inútil hacerles la carta natal a los santos o
a grandes maestros espirituales, porque sus vidas están más allá de las
influencias astrales.
Volviendo a los
casos más mundanos, si consideramos la carta natal como un mapa del
pensamiento, podemos deducir que "cambiando las pautas del pensamiento, podemos
cambiar el destino". En definitiva, lo que está escrito es la situación a
la que nos vamos a enfrentar, pero no la resolución final. Existe una tendencia en
una determinada dirección; por eso se dice que los astros "inclinan pero
no obligan". A esta porción de libertad es a la que llamamos "libre
albedrío".
El libre albedrío
no es más que la libertad que tenemos de elegir nuestros pensamientos. Frente a
una situación conflictiva, uno puede elegir reaccionar como la víctima o como
el que gana; o uno puede elegir entre enojarse o aprender. Para hacer uso del
libre albedrío es necesario actuar conscientemente en la vida. Sin ninguna
duda, podemos cambiar nuestro karma porque éste no es más que otra idea que
habita en nuestra Conciencia. El verdadero metafísico aprovecha todo el
conocimiento que se le brinda en su beneficio, haciendo prevalecer su deseo y
voluntad. En mi opinión, la acción del karma se ha acelerado en nuestra época.
Esto es así porque nos estamos moviendo dentro de la Era de Acuario, en la cual
accederemos a una nueva frecuencia de vida. Para lograrlo, debemos primero
desprendernos de una gran carga que nos ata al pasado. La aceleración del karma
hace que tengamos que reparar nuestros errores en esta existencia y no en otras
futuras.
Siempre les digo
a las personas que nunca deben resignarse a sufrir situaciones de carencia,
pobreza, soledad, enfermedad, o cualquier forma de negatividad. A la gente
común se les ha enseñado a aceptar su infortunio diciendo: "Es la Voluntad
de Dios". Sin embargo, un metafísico o cualquier persona que esté
transitando por este camino espiritual sabe que la "Voluntad de Dios es
siempre su Felicidad". Cuando surgen los problemas es porque, de alguna
manera, estamos quebrando alguno de los principios que estamos estudiando en
este curso y lo que debemos hacer al tomar Conciencia de ello es "reparar
el error y cambiar positivamente". Solamente funcionando como Dios lo
hace, podremos vivir en la Tierra como en el "Cielo".
EJERCICIO:
AUMENTAR LA POLARIDAD OPUESTA
Sobre la base de
nuestra "Lista de Objetivos", debemos tomar cada uno de ellos y
analizar ¿cuál es la polaridad que nos falta desarrollar?. Técnicamente, lo que
se hace es buscar el polo de la misma naturaleza y se comienza a elevar el
grado vibratorio.
A manera de
ejemplo: si se quiere resolver un problema de dinero, hay que seleccionar la
polaridad pobreza/riqueza. El problema nos sitúa más del lado de la pobreza,
por lo tanto, tendremos que comenzar a desarrollar la energía del polo opuesto.
Para eso nos valdremos de afirmaciones, visualizaciones y de todos los
elementos externos que nos ayuden a poner en la mente pensamientos de
abundancia. De esta forma, vamos creando la vibración de la riqueza, que tarde
o temprano se manifestará.
Desarrollar el
polo opuesto significa, comenzar a actuar con las características de ese polo.
Continuando con el ejemplo anterior, debemos empezar a "fingir" que
el problema ya está resuelto. Para lograrlo, podemos comprar en el supermercado
algo que nos haga pensar en los ricos, no hace falta gastar mucho dinero, sino
usar la imaginación y el poder de la intención.
Esta técnica
también se usa para resolver problemas amorosos. Si una persona se encuentra
sola, está dentro de la polaridad Soledad/compañía. Para salir del polo de la
soledad, primero la persona tendrá que empezar a repetir afirmaciones y
visualizar a su pareja perfecta. Luego, lo más importante, tendrá que
"fingir" que la persona que anhela ya está a su lado; para eso,
deberá emprender numerosas acciones dirigidas hacia esta polaridad. Por
ejemplo, la persona tendrá que preparar su casa para darle la "Bienvenida
a su futura Pareja": puede ordenar el cuarto, modificar la decoración del
lugar, cambiar los cuadros, o incluso comprarle un regalo. Todo deberá hacerse
con la intención de generar la energía que se siente al estar acompañado de la
persona que uno ama. De esta manera, el metafísico trae el futuro al presente.
EJERCICIO: ELEGIR
UN SOCIO
Aunque no es
bueno hablar de nuestros objetivos con los demás, durante el proceso de
estudio, siempre recomiendo a mis alumnos "asociarse" con alguien
afín. El objetivo de tener un "socio" es el de ayudarse mutuamente en
el proceso de manifestación. Pueden hablar libremente de sus objetivos,
sabiendo que el otro aportará una cuota de fe. La manera de ayudarse es
"aceptando en su propia mente lo que su Socio desea obtener"
Para lograrlo, se
puede trabajar con afirmaciones tales como: "Acepto ahora para
"____" su divina, amorosa, nueva, disponible, perfecta pareja y
completa armonía y felicidad en sus vidas. Yo sé que mi palabra tiene
poder y el deseo de "____" se hace realidad en el plano físico
ahora mismo. Hecho está. Y así es. Amén, Amén, Amén". Podemos
"aceptar" por él/ella... su progreso material, un nuevo trabajo, la
curación de una enfermedad, y demás pero nunca podemos elegir el objetivo sin
la autorización de la otra persona.
Además, podemos
agregar en nuestro mapa del tesoro la imagen que represente el objetivo de
"nuestro Socio". Por ejemplo, la fotografía de su futura casa, auto,
lugar de vacaciones o pareja. En este caso, debemos escribir en algún lugar el
nombre de la persona para dejar bien claro al Universo que estamos aceptándolo
como algo bueno para él/ella. De esta manera podemos ayudar a los demás a
superar sus problemas, siempre y cuando ellos así lo deseen.
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