El texto que figura a continuación está incluido en el libro
“The Magdalen Manuscript” de Tom Kenyon
y Judi Sion. Se trata de una canalización procedente posiblemente de María Magdalena sin que el propio Tom Kenyon
afirme taxativamente que esa sea su procedencia real, aunque sí asegura haberlo
recibido por esa vía. Junto a la propia “canalización”, que es lo que aquí se
recoge, aparecen en el libro otros textos de Tom y Judi sobre la realización práctica de los
ejercicios a que se hace referencia en el Manuscrito así como a las Alquimias
Internas en diferentes tradiciones y otras vivencias personales.
Dado que curiosamente el libro no parece estar traducido al
castellano y habiendo constatado el interés de muchas personas por conocerlo,
hemos preparado esta traducción que
probablemente no esté a la altura de la que pudiera haber hecho un traductor profesional. Debemos señalar también
que hemos procurado respetar todo lo posible el texto original, aunque en algún
momento pudiéramos pensar que existía una forma mejor de expresar la idea. El
autor refiere el cuidado que ponía Magdalena en cada palabra y expresión que transmitía y lo
cuidadosos que ellos mismos fueron en
mantener la integridad del mensaje tal como ella lo expresó.
EL MANUSCRITO DE MAGDALENA
Primera Parte
EL MANUSCRITO DE MAGDALENA
Primera Parte
Uno
Fui educada en el conocimiento de la magia. Mi padre era de
Mesopotamia y mi madre de Egipto. Antes de que yo naciera ella había rogado a
Isis que la bendijera con una hija. Yo soy esa hija. Y fui conocida como María
Magdalena.
Cuando tenía 12 años fui enviada a estudiar con una hermandad secreta de Iniciados bajo las alas de Isis. Fui instruida en los secretos de Egipto, las Alquimias de Horus y la Magia Sexual del culto de Isis. Cuando me encontré con el que llamáis Yeshua, había acabado todas mis iniciaciones. Estaba preparada para el encuentro con él en el pozo.
Los Evangelios se refieren a mi como una prostituta, porque todos los Iniciados de mi orden llevaban un brazalete de oro que era una serpiente; y era sabido que practicábamos la magia sexual; y a los ojos de los Hebreos éramos putas.
Cuando tenía 12 años fui enviada a estudiar con una hermandad secreta de Iniciados bajo las alas de Isis. Fui instruida en los secretos de Egipto, las Alquimias de Horus y la Magia Sexual del culto de Isis. Cuando me encontré con el que llamáis Yeshua, había acabado todas mis iniciaciones. Estaba preparada para el encuentro con él en el pozo.
Los Evangelios se refieren a mi como una prostituta, porque todos los Iniciados de mi orden llevaban un brazalete de oro que era una serpiente; y era sabido que practicábamos la magia sexual; y a los ojos de los Hebreos éramos putas.
Cuando vi a Yeshua y nuestros ojos se encontraron, supe que
habíamos sido destinados el uno para el otro.
Lo que voy a contaros no ha sido conocido, salvo por aquellos que estuvieron conmigo. Existen muchas leyendas sobre lo que sucedió, pero para mi es una historia del más profundo amor.
Lo que voy a contaros no ha sido conocido, salvo por aquellos que estuvieron conmigo. Existen muchas leyendas sobre lo que sucedió, pero para mi es una historia del más profundo amor.
Lo que Yeshua tenía como visión del mundo no me compete. Mi
historia es una historia de amor.
Mucha gente seguía a Yeshua. Y las oportunidades que tuvimos para estar juntos en solitario fueron muy pocas. No está escrito en los Evangelios porque nadie lo supo, solo los más cercanos a nosotros. Antes de que Yeshua fuera al jardín de Getsemaní, concebimos una hija, y su nombre fue Sarah.
Mucha gente seguía a Yeshua. Y las oportunidades que tuvimos para estar juntos en solitario fueron muy pocas. No está escrito en los Evangelios porque nadie lo supo, solo los más cercanos a nosotros. Antes de que Yeshua fuera al jardín de Getsemaní, concebimos una hija, y su nombre fue Sarah.
Dos
La historia que voy a contar parece fantástica.
Recuerdo los arrecifes de Maries de la Mer, aunque entonces, por supuesto, no se llamaba así. Fue el lugar donde nuestro barco atracó. Sar´h era muy pequeña, no tenía todavía un año.
Yo estaba rota de pena y desconcierto.
Había estado allí cuando Yeshua fue crucificado. Le vi en la tumba y le amortajé con su madre a mi lado. Recordaré siempre el olor de la mirra. Fue uno de los ungüentos que utilizamos.
Yeshua se me apareció en su luminosa claridad. No podía dar crédito a mis ojos y entonces toqué sus heridas. Sus discípulos se sintieron celosos porque había venido a mi primero.
Me resultaba muy extraño tener a mi amado transportado a otra esfera, a otro mundo, mientras mi hija y yo cruzábamos solas el Mediterráneo. No estábamos seguras y tuvimos que abandonar Egipto porque allí es donde habíamos ido.
Recuerdo los arrecifes de Maries de la Mer, aunque entonces, por supuesto, no se llamaba así. Fue el lugar donde nuestro barco atracó. Sar´h era muy pequeña, no tenía todavía un año.
Yo estaba rota de pena y desconcierto.
Había estado allí cuando Yeshua fue crucificado. Le vi en la tumba y le amortajé con su madre a mi lado. Recordaré siempre el olor de la mirra. Fue uno de los ungüentos que utilizamos.
Yeshua se me apareció en su luminosa claridad. No podía dar crédito a mis ojos y entonces toqué sus heridas. Sus discípulos se sintieron celosos porque había venido a mi primero.
Me resultaba muy extraño tener a mi amado transportado a otra esfera, a otro mundo, mientras mi hija y yo cruzábamos solas el Mediterráneo. No estábamos seguras y tuvimos que abandonar Egipto porque allí es donde habíamos ido.
Cuando cruzamos hacia las costas de lo que iba a ser Francia
era todo tierra desconocida.
Nos recibieron sacerdotisas del culto de Isis y nos
dirigimos hacia el norte bajo la protección de los druidas, Isis los había llamado y habían escuchado la llamada para proteger a su hija Sarah. De este
modo fuimos hacia el norte a través de otra gran masa de agua hacia lo que iba
a convertirse en Inglaterra. Y allí se nos llevó en secreto al corazón más
sagrado de los Druidas, a Tor y Glastombury.
Aunque estábamos más seguras que en Israel o Egipto, la influencia romana se extendía también a Inglaterra y allí permanecimos escondidas. Vivimos en esta zona durante muchos años y Sar´h se casó con un hombre cuyos descendientes se convertirían en los Caballeros Templarios y yo me fui al norte hacia Gales y viví junto al mar durante el resto de mis días.
Aunque estábamos más seguras que en Israel o Egipto, la influencia romana se extendía también a Inglaterra y allí permanecimos escondidas. Vivimos en esta zona durante muchos años y Sar´h se casó con un hombre cuyos descendientes se convertirían en los Caballeros Templarios y yo me fui al norte hacia Gales y viví junto al mar durante el resto de mis días.
Os contaré, que en aquellos años cuando vivía sola junto al
mar, Yeshua me visitaba a menudo. Por supuesto, no era como antes, porque su
cuerpo era más energía que carne, más luz; pero en cualquier caso era
extraordinario estar con él de nuevo. Cuando morí él estaba allí y me llevó
hacia lo que algunos llaman cielo, pero es solo un lugar en el alma.
Tres
Comienzo mi historia en el pozo porque en muchos sentidos
allí es cuando comienza verdaderamente mi vida.. Todos los años previos fueron
de preparación para este encuentro.
Aquella mañana notaba que algo se removía, una especie de excitación –un temblor en brazos y piernas- antes incluso de que me encontrara con él. Yo estaba en el pozo cuando él llegó. Había echado ya mi cubo al pozo y él me ayudó a subirlo. Algunos de los apóstoles vieron mi brazalete de la serpiente de oro y suponiendo que era una puta quedaron aterrados de que el Maestro pudiera ayudar a una persona así. Pero eso no me importó. Estaba en otro mundo, transportada por los ojos de Yeshua.
Cuando nuestros ojos se encontraron fue como si estuviera mirando hacia toda la eternidad y supe que era aquel para quien yo había sido preparada –y él también. Seguí al lado de aquellos quienes le seguían, y en los anocheceres salíamos juntos; no cada anochecer porque él era constantemente buscado.
Durante aquellas horas estuvimos echados juntos y nuestros cuerpos Ka se interconectaron de nuevo sin necesidad de hablar. Nuestra comunicación fue telepática. Y sin el acto físico del sexo, el Poder de la Serpiente dentro de él se unió al poder de la serpiente dentro de mi y ascendimos hacia arriba a través de los caminos sagrados de nuestras espinas dorsales hasta el trono de las coronas de nuestras cabezas llevándome hasta un absoluto éxtasis y dicha. Y así fue como sucedió durante muchos años. Venía a mi de este modo varias veces cada año. A veces hablábamos. La mayoría del tiempo permanecíamos en unión.
Aquella mañana notaba que algo se removía, una especie de excitación –un temblor en brazos y piernas- antes incluso de que me encontrara con él. Yo estaba en el pozo cuando él llegó. Había echado ya mi cubo al pozo y él me ayudó a subirlo. Algunos de los apóstoles vieron mi brazalete de la serpiente de oro y suponiendo que era una puta quedaron aterrados de que el Maestro pudiera ayudar a una persona así. Pero eso no me importó. Estaba en otro mundo, transportada por los ojos de Yeshua.
Cuando nuestros ojos se encontraron fue como si estuviera mirando hacia toda la eternidad y supe que era aquel para quien yo había sido preparada –y él también. Seguí al lado de aquellos quienes le seguían, y en los anocheceres salíamos juntos; no cada anochecer porque él era constantemente buscado.
Yo, que estaba instruida en las Alquimias de Horus y en
Magia Sexual de Isis, era considerada muy avanzada por mis maestros, pero por
primera vez en los brazos de Yeshua, era una mujer temblorosa, y tuve que
luchar hasta encontrar el sendero central a través de mi deseo hasta el trono
más alto, porque para ello era mi instrucción.
Yeshua y yo, utilizando las técnicas en las que había sido instruida junto con los métodos que él había aprendido en Egipto, pudimos cargar su Ka, su cuerpo de energía, con mayor luz y fuerza, de modo que él pudiera trabajar fácilmente con los que venían a él. Y así fue.
Yeshua y yo, utilizando las técnicas en las que había sido instruida junto con los métodos que él había aprendido en Egipto, pudimos cargar su Ka, su cuerpo de energía, con mayor luz y fuerza, de modo que él pudiera trabajar fácilmente con los que venían a él. Y así fue.
Y todavía me parece irónico que los Evangelios cuenten que
yo estaba en el pozo cuando Yeshua llegó; sin embargo, todas aquellas noches
cuando Yeshua y yo estuvimos solos, él vino a mi pozo para tomar de mí los
poderes de Isis para desarrollarse y fortalecerse él mismo.
Cuatro
Estoy ahora mirando todo esto como si fuera un sueño y sin embargo, aún, tan vitalmente claro. Mi
corazón palpita cuando vuelvo sobre la historia como si fuera ayer. Aquella
primera noche con Yeshua aparece en mi mente tan clara como los cielos sobre
Jerusalén. Después de que pude pasar a través de mis deseos propios como mujer
y de ascender el camino hacia la alquimia espiritual en la que había sido
instruida, podía ver la forma del espíritu de Yeshua ya luminosa, ya brillante
de luz.
Una paloma estaba sobre su cabeza, rayos plateados de luz
desbordaban de ella. Los sellos de Salomón, de Hator, de Isis, de Anubis y
Osiris estaban en su forma espiritual. Eran señales de que había pasado a
través de esas iniciaciones. Había otros símbolos que no comprendí porque
venían de culturas que no conocía o en las que no había sido instruida, pero de
los sellos egipcios que yo conocía, él estaba en el camino del Alto Dios Horus
Pero él no había pasado aún a través de su Iniciación de
muerte y supe en mi corazón tembloroso que eso era por lo que yo había sido
llevada a él en este momento –para fortificar su alma con los poderes de Isis y
la Madre Cósmica de modo que pudiera pasar por el portal oscuro y alcanzar el
Horus.
Aquella noche, después que hicimos el amor y utilizamos y armonizamos juntos nuestros cuerpos espirituales, habiendo comenzado entre nosotros la acción de la alquimia, Yeshua se echó a un lado para dormir. Cuando yo le tenía en mis brazos sentí un cambio dentro de mi, un deseo de protegerle, un deseo de estar siempre con él y la intuición, como el filo de un frío cuchillo, de que seríamos separados por fuerzas más grandes que mi deseo.
Aquella noche, después que hicimos el amor y utilizamos y armonizamos juntos nuestros cuerpos espirituales, habiendo comenzado entre nosotros la acción de la alquimia, Yeshua se echó a un lado para dormir. Cuando yo le tenía en mis brazos sentí un cambio dentro de mi, un deseo de protegerle, un deseo de estar siempre con él y la intuición, como el filo de un frío cuchillo, de que seríamos separados por fuerzas más grandes que mi deseo.
Cinco
La Iglesia os habría hecho creer que yo era una prostituta, pero
ahora os digo que la Iglesia es la puta, porque os habría hecho creer que la
mujer está manchada y que las pasiones sexuales entre un hombre y una mujer son
malvadas. Sin embargo, es aquí, en el magnetismo de la pasión, donde se crea el
útero de la ascensión. Este secreto de los secretos era conocido por todos los
iniciados de Isis y sin embargo yo nunca hubiera imaginado que sería aquella
que lo llevaría a su más completa expresión en unión con alguien como Yeshua.
Pero para aquellos que desean conocer el viaje físico....después de la
crucifixión de Yeshua, María-su madre, yo, José de Arimatea y su hijo de doce años
llamado Aarón y otras dos mujeres jóvenes nos pusimos en camino hacia el norte de Egipto.
Irónicamente, nuestro camino nos llevó al este antes que pudiéramos volver hacia el oeste y tuvimos que parar para buscar provisiones a lo largo de la ruta ya que nuestro barco era muy pequeño.
Nuestro camino nos llevó a Malta y a la diminuta isla de Oudish, de aquí a Cerdeña y al extremo de lo que ahora es la Cinque Terra, finalmente atracamos en Saintes Maries de la Mer e hicimos nuestra caminata al norte a través de Rennes-le-Chateau hacia el norte de Francia y cruzamos el canal hacia la actual Inglaterra.
Nos asentamos en Glastonbury durante algunos años, hasta que Sar´h cumplió doce.
Tras su duodécimo cumpleaños nos pusimos en marcha hacia el sitio entre los arrecifes donde habíamos tocado tierra. Allí, tan cerca de Egipto, como nos era posible ir de un modo seguro, inicié a mi hija en el culto de Isis y la bañé en las aguas del Mediterráneo según las enseñanzas que había recibido.
Nuestro camino nos llevó a Malta y a la diminuta isla de Oudish, de aquí a Cerdeña y al extremo de lo que ahora es la Cinque Terra, finalmente atracamos en Saintes Maries de la Mer e hicimos nuestra caminata al norte a través de Rennes-le-Chateau hacia el norte de Francia y cruzamos el canal hacia la actual Inglaterra.
Nos asentamos en Glastonbury durante algunos años, hasta que Sar´h cumplió doce.
Tras su duodécimo cumpleaños nos pusimos en marcha hacia el sitio entre los arrecifes donde habíamos tocado tierra. Allí, tan cerca de Egipto, como nos era posible ir de un modo seguro, inicié a mi hija en el culto de Isis y la bañé en las aguas del Mediterráneo según las enseñanzas que había recibido.
Después volvimos a Glastonbury hasta que Sar´h- mi hija y
la de Yeshua- se casó a la edad de 16 años. Se unió a una familia bien conocida
cuyos herederos llegaron a ser los Templarios, aunque en aquel tiempo los
Caballeros Templarios no existían. A través de Sarah, la línea hereditaria de esta familia fue llevada hacia los mismos Templarios. Cuando Sar´h estuvo
casada y segura en su nueva vida me marché al norte de Gales y viví en una
pequeña cabaña de piedra junto al mar durante el resto de mis días.
Detrás de mi cabaña pasaba un arroyo que bajaba de la colina
y me sentaba allí muchos días. Había veces que este arroyo se dividía en dos, y
los dos arroyos seguían uno al otro y luego uno giraba a la izquierda y otro a
la derecha. Me sentaba allí entre ellos pensando sobre la corriente de mi vida
y de la de Yeshua, y cómo, durante un tiempo, fluyeron juntas y luego se separaron.
Seis
Recordaré siempre la primera vez que Yeshua vino a mí después de su resurrección. Había luna nueva y el cielo estaba claro. Una
niebla luminosa colgaba del brezo y todo estaba plateado por la luz de la luna
y de las estrellas.
Vi aproximarse a mi una figura sobre el sendero tortuoso
que llevaba a mi cabaña. Irónicamente, había salido para sacar agua del pozo y
allí estaba él. Era el mismo, aunque con un resplandor inconfundible. Mis ojos
se llenaron de lágrimas; mi corazón palpitaba.
Corrí hacia él y paré en seguida, recordé sus palabras justo
después de su resurrección.
“No me toques aún”- había dicho entonces- “porque no he ascendido al Padre”
“No me toques aún”- había dicho entonces- “porque no he ascendido al Padre”
¡Oh, como yo, una iniciada de Isis, había anhelado todos
estos años mantener el recuerdo claro!
¿Qué significaban estas palabras? Los cristianos han heredado sólo una parte de la verdad. La mayor parte de ella está oculta en los misterios de la Gran Madre; y dado que la Iglesia buscó privar de derechos a las mujeres y a todo lo que es femenino, arrojó lejos esta verdad.
¿Qué significaban estas palabras? Los cristianos han heredado sólo una parte de la verdad. La mayor parte de ella está oculta en los misterios de la Gran Madre; y dado que la Iglesia buscó privar de derechos a las mujeres y a todo lo que es femenino, arrojó lejos esta verdad.
Y la verdad tiene que ver con el mismo cuerpo Ka –lo que
nosotros aprendimos como iniciados a llamar el Doble Etérico o Gemelo
Espiritual- porque el cuerpo Ka cuando está cargado con energía suficiente y
vitalidad aparece como el cuerpo físico. Sin embargo, no está hecho de carne sino de energía en sí misma, energía y luz.
Y así, cuando Yeshua vino a mi tras su resurrección estaba
en su Ka, pero no estabilizado todavía porque no había ido al Padre, es decir, hacia el Gran Espiritu de su propia alma. Antes de que pudiera hacerlo tenía que pasar a través del portal de la muerte y viajar a través del
inframundo de su propio ser. Hizo esto por dos razones tal como yo conocí.
La primera, como un maestro del alma, porque hacer tal cosa
trae un gran poder al Ka. Y la segunda para abrir un paso a través de la misma
muerte de modo que otros pudieran seguirle y pasar mas fácilmente a través del
mundo oscuro siguiendo la estela de su luz.
La primera noche que nos reencontramos –lo siento ahora
todavía vívidamente claro y fuerte- mi corazón se llenó de alegría estando con
él de nuevo. Vino a mi esa noche justo antes de la medianoche y se marchó justo
antes de amanecer.
Durante aquellas horas estuvimos echados juntos y nuestros cuerpos Ka se interconectaron de nuevo sin necesidad de hablar. Nuestra comunicación fue telepática. Y sin el acto físico del sexo, el Poder de la Serpiente dentro de él se unió al poder de la serpiente dentro de mi y ascendimos hacia arriba a través de los caminos sagrados de nuestras espinas dorsales hasta el trono de las coronas de nuestras cabezas llevándome hasta un absoluto éxtasis y dicha. Y así fue como sucedió durante muchos años. Venía a mi de este modo varias veces cada año. A veces hablábamos. La mayoría del tiempo permanecíamos en unión.
Le pregunté dónde estaba cuando no estábamos juntos. Dijo
que había ido a muchos lugares sagrados de la tierra y que se había reunido con
mucha gente diferente. Dijo que estaba dejando un camino de luz.
Durante una de sus visitas le pedí que me explicara ese concepto tan extraño. Dibujó un círculo en el piso de tierra de mi cabaña y entonces reconocí como dos triángulos en intersección, para hacer el trono de Salomón convertirse en la estrella de David. Dijo que había muchas tierras que nosotros, en esta parte del mundo, no conocíamos. Muchas de ellas tenían puntos que correspondían a los del Sello de Salomón. Al ir a estas zonas se aseguraba que su tarea tendría unas raíces más profundas en el suelo de este mundo.
Durante una de sus visitas le pedí que me explicara ese concepto tan extraño. Dibujó un círculo en el piso de tierra de mi cabaña y entonces reconocí como dos triángulos en intersección, para hacer el trono de Salomón convertirse en la estrella de David. Dijo que había muchas tierras que nosotros, en esta parte del mundo, no conocíamos. Muchas de ellas tenían puntos que correspondían a los del Sello de Salomón. Al ir a estas zonas se aseguraba que su tarea tendría unas raíces más profundas en el suelo de este mundo.
Siete
De todas las veces que él me visitó, la que recuerdo más intensamente es la vez que vino cuando Sarah había venido a visitarme.
Acababa de quedar embarazada y deseaba verme para que la bendijera y yo estaba emocionada de verla a ella y a sus compañeros de viaje.
Acababa de quedar embarazada y deseaba verme para que la bendijera y yo estaba emocionada de verla a ella y a sus compañeros de viaje.
Había enviado aviso de su llegada a través de los Druidas (sacerdotes celtas), pero me llegó solo un día antes de que llegara ella. Estuvo conmigo tres días y Yeshua apareció la segunda noche.
No sé si os podéis dar cuenta de lo extraño que era. Porque Sarah no había visto nunca a su Padre ni Yeshua a su hija ¡Y ahora se reunían por primera vez! Y el cuerpo de su padre había vuelto a los elementos en un relámpago de luz en su resurrección por lo que ahora estaba en su cuerpo Ka que emitía un tipo de luz inconfundible.
No sé si os podéis dar cuenta de lo extraño que era. Porque Sarah no había visto nunca a su Padre ni Yeshua a su hija ¡Y ahora se reunían por primera vez! Y el cuerpo de su padre había vuelto a los elementos en un relámpago de luz en su resurrección por lo que ahora estaba en su cuerpo Ka que emitía un tipo de luz inconfundible.
Ambos se emocionaron, Sar´h hasta las lágrimas y Yeshua hasta un gran pathos. Estuvieron juntos una hora ellos solos caminando fuera. No sé lo que hablaron, pero desde que comenzaron hasta que acabaron el cielo se llenó de estrellas fugaces. Aquella noche, antes de que Yeshua se marchara justo antes del amanecer como solía hacerlo, puso sus manos sobre el estómago de Sar´h y bendijo al niño. Sar´h se marchó al día siguiente plena de un inconfundible sentimiento de paz.
De este modo os he contado lo que deseaba deciros sobre mi
vida como madre y ahora volveré de nuevo hacia mi historia como una Iniciada a
las Alquimias de Horus, a los secretos de Isis.
Ocho
Me refiero ahora a mi hermana amada, mi hermana en el
Espíritu, la madre de Yeshua, también conocida como María.
María fue una alta Iniciada en el culto de Isis, y había sido instruida en Egipto. Esa es la razón por la que José y ella huyeron de la ira del rey y se dirigieron a Egipto; ella se sentía segura allí entre las Sacerdotisas y Sacerdotes de Isis.
Su instrucción fue diferente a la mía, pero ambas servimos a lo mismo. Para explicar mi visión de María debo referirme a uno de los más profundos secretos del culto de Isis. Según se creía, y mantengo que es verdadero, bajo ciertas condiciones la misma Diosa podría encarnar, bien al nacimiento o a través de una Iniciación espiritual.
María fue una alta Iniciada en el culto de Isis, y había sido instruida en Egipto. Esa es la razón por la que José y ella huyeron de la ira del rey y se dirigieron a Egipto; ella se sentía segura allí entre las Sacerdotisas y Sacerdotes de Isis.
Su instrucción fue diferente a la mía, pero ambas servimos a lo mismo. Para explicar mi visión de María debo referirme a uno de los más profundos secretos del culto de Isis. Según se creía, y mantengo que es verdadero, bajo ciertas condiciones la misma Diosa podría encarnar, bien al nacimiento o a través de una Iniciación espiritual.
María, la madre de Yeshua, cuando era muy joven fue reconocida por las grandes Sacerdotisas del templo de Isis por su pureza de espíritu. Fue adiestrada como Iniciada y alcanzó los niveles más altos. Pero más allá de convertirse en una Sacerdotisa, fue instruida para convertirse en lo que se llama una Encarnada.
Ser una Encarnada es ser un alma altamente avanzada y requiere pasar por una disciplina y una instrucción espiritual tremenda. En una Iniciación final, María se convirtió en el recipiente de un flujo de energía que provenía de la misma Isis. En este aspecto, era la corporización de la Madre Cósmica. Era como si hubiera dos Marías, la humana, pura de espíritu y de corazón, albergando dentro de ella una entrada directa hacia la Gran Madre, la Creadora de toda materia, del tiempo y del espacio.
De este modo, digamos que la mesa estaba dispuesta para la concepción de un ser de cualidades remarcables que se convertiría en su hijo, Yeshua.
Cuando María pasó por lo que la Iglesia refiere como Inmaculada Concepción, ella era testigo de un proceso de inseminación galáctico y Celestial, por el que el Principio del Padre, o Espíritu, como nosotros llamamos a esto en el culto de Isis, transfirió su esencia a Isis, la Madre que recibe la semilla del Padre-Madre, recibiendo el impulso del Espíritu. Y esta potente y altamente refinada energía espiritual se aposentó en el útero de María y dió nacimiento a Yeshua.
Nueve
María estaba junto a los apóstoles cuando vinieron hacia mí en el pozo. Ella inmediatamente me reconoció como una compañera Iniciada por el brazalete de la serpiente de oro que llevaba en mi brazo y por el Sello de Isis que brillaba dentro de mi cuerpo Ka, porque María era bastante clarividente y psíquica.
La primera persona con la que mis ojos se encontraron fueron los de Yeshua, y como ya dije, me sentí transportada a otros mundos en su inmensa presencia. La segunda persona que vieron mis ojos fueron los de su madre. En ellos aparecían el reconocimiento y la comprensión de mi estado como compañera Iniciada del culto de Isis, y aunque su instrucción no había sido en la Magia del Sexo como lo fue el mío, se dio cuenta de que había sido preparada para Yeshua.
Entre ellos dos me sentí elevada en las alas del amor trascendente. Sentí mi espíritu volar muy alto. Irónico entonces que los siguientes ojos que encontré fueron los de los discípulos de Jesús que me juzgaron como una puta, e incontables generaciones me han considerado de este modo. Sin embargo, a los ojos de Yeshua y a los de su madre, no era una puta sino un claro vehículo de los poderes sanadores y sustentadores de la propia Isis.
María estaba junto a los apóstoles cuando vinieron hacia mí en el pozo. Ella inmediatamente me reconoció como una compañera Iniciada por el brazalete de la serpiente de oro que llevaba en mi brazo y por el Sello de Isis que brillaba dentro de mi cuerpo Ka, porque María era bastante clarividente y psíquica.
La primera persona con la que mis ojos se encontraron fueron los de Yeshua, y como ya dije, me sentí transportada a otros mundos en su inmensa presencia. La segunda persona que vieron mis ojos fueron los de su madre. En ellos aparecían el reconocimiento y la comprensión de mi estado como compañera Iniciada del culto de Isis, y aunque su instrucción no había sido en la Magia del Sexo como lo fue el mío, se dio cuenta de que había sido preparada para Yeshua.
Entre ellos dos me sentí elevada en las alas del amor trascendente. Sentí mi espíritu volar muy alto. Irónico entonces que los siguientes ojos que encontré fueron los de los discípulos de Jesús que me juzgaron como una puta, e incontables generaciones me han considerado de este modo. Sin embargo, a los ojos de Yeshua y a los de su madre, no era una puta sino un claro vehículo de los poderes sanadores y sustentadores de la propia Isis.
Llega un momento en la vida de un hombre, sea humano o divino, en que su madre no puede darle la esencia de lo que necesita. Su amor continúa, pero lo que se requiere es el alimento desde otra mujer.Yo era esa mujer. María reconoció mi papel y mi status y me entregó a su hijo en aquel momento del pozo.
María y yo pasamos mucho tiempo juntas, tiempo en el que dialogábamos sobre la tarea de Yeshua, sus necesidades y mi lugar en su vida. Estaba claro que yo era una servidora de un poder mucho mayor. Había sido preparada para ello, pero debo deciros que la fuerza de ese reconocimiento aún me estremece. Todavía tiemblo al reconocerlo.
En todas aquellas noches y días juntas, María y yo
atendíamos las necesidades de Yeshua y
de sus discípulos y en aquel periodo nos hicimos muy cercanas. La amaba -y la
amo todavía- por su belleza física, la pureza de su corazón y de su espíritu y
la amabilidad que dispensaba a todo el mundo. Desde mi propia comprensión, puedo deciros que María, habiendo servido como vehículo de Isis como una Encarnada,
fue una Maestra muy avanzada, pero ahora tras haber servido en todo ello, su
maestría y perfección -su perfección espiritual- es asombrosa.
Ella existe en el seno de los niveles celestiales, su compasión y amor fluyen de modo constante para todos los humanos. Está disponible para todos sin tener en cuenta sus creencias. Cuando alguien la requiere sabe que ellos son escuchados.
Ella existe en el seno de los niveles celestiales, su compasión y amor fluyen de modo constante para todos los humanos. Está disponible para todos sin tener en cuenta sus creencias. Cuando alguien la requiere sabe que ellos son escuchados.
Diez
Ahora deseo clarificar mis conocimientos. Quiero hablar
sobre la Magia Sexual del Culto de Isis y las Alquimias de Horus. Deseo revelar secretos que un
Iniciado nunca hubiera revelado, aún bajo amenaza de muerte. Pero los tiempos
son ahora diferentes.
Como sabéis, el tiempo está corriendo y he recibido el permiso
de la misma Diosa, más aún, he sido encargada por la misma Diosa para revelaros
algunos de los secretos más celosamente guardados de todos los tiempos. Os son
revelados con la esperanza de que os elevareis vosotros mismos a tiempo.
Once
Las Alquimias de Horus se refiere a un cuerpo de
conocimiento y de métodos para la alteración del cuerpo Ka. En esta visión,
cuando Ka se corporeiza o adquiere mayor luz y energía, hay un incremento en el
campo magnético de uno mismo, y lo que el Iniciado desea se manifiesta mas
rápidamente. Sin embargo, en la rendición de uno mismo a la propia Alma
Celestial, o el Ba, la persecución de los deseos personales no es el principal
foco de la entera existencia; en vez de ello, uno mira hacia arriba, hacia las
más altas capacidades de uno mismo tal como son percibidas a través de Ba, o
del Alma Celestial.
El Alma Celestial, o Ba, existe dentro de un nivel de
vibración mucho más alto que el cuerpo físico (el Khat) o el Ka (el gemelo
etérico o espiritual de la forma física). Dentro del cuerpo Ka hay vías que
pueden ser estimuladas y abiertas. La activación de estos pasajes secretos
dentro del Ka trae un poder mucho mayor. Las Alquimias de Horus están diseñadas
para reforzarlos, para activar las habilidades y poderes latentes del Iniciado
mediante lo que se llama el Djed, o los siete sellos ascendentes, lo que los
yogis y yoginis de la India llaman los chakras.
Doce
En la Escuela en que fui instruida aprendimos la manere de activar el Poder de la Serpiente moviéndolo en trayectorias específicas en la espina dorsal y abriendo circuitos dentro del cerebro. Así se crea lo que se llama el Uraeus.
El Uraeus es con frecuencia un fuego azul que se extiende desde la espina hacia el cerebro, tanto lateral como horizontalmente, y ondula con los cambios de energía dentro de estas vías. La activación del Uraeus incrementa el potencial cerebral para la inteligencia, la creatividad y lo más importante: - receptividad- ya que la tarea del Iniciado es cambiar la calidad de su propio ser de modo que la armonización a Ba o Alma Celestial sea clara y sin obstrucciones.
Trece
Cuando me reuní con Yeshua en el pozo la primera vez, la
mera proximidad de su presencia activó mis Alquimias internas. El Poder de la
Serpiente se movió por mi espina como si hubiera practicado las disciplinas que
había aprendido.
La primera noche que estuvimos juntos solos, cogidos del brazo y echados uno al lado del otro, practicamos la Magia Sexual de Isis. Esta forma específica de magia carga al cuerpo Ka con una tremenda fuerza magnética a través del poder del orgasmo físico, porque cuando se tiene un orgasmo sexual hay una tremenda liberación de energía magnética dentro de las células. Según esta energía se extiende, da lugar a un potencial magnético listo para ser utilizado.
La primera noche que estuvimos juntos solos, cogidos del brazo y echados uno al lado del otro, practicamos la Magia Sexual de Isis. Esta forma específica de magia carga al cuerpo Ka con una tremenda fuerza magnética a través del poder del orgasmo físico, porque cuando se tiene un orgasmo sexual hay una tremenda liberación de energía magnética dentro de las células. Según esta energía se extiende, da lugar a un potencial magnético listo para ser utilizado.
Quiero compartir esto con más detalle, pero para hacerlo
tengo que explicar más sobre las ideas básicas del sexo y de la realización
espiritual, ya que este secreto fue robado por la Iglesia.
Catorce
Cuando yo, una iniciada de Isis, me uní a Yeshua, habían vías
específicas que tenía que abrir en mí misma. Sin embargo, me quedé extrañada al
descubrir que muchas de estas vías se abrieron espontáneamente en su presencia.
Al comienzo de esta historia mencioné cómo temblaba como mujer teniendo que
luchar con mis propias pasiones y deseos, porque el camino del Iniciado es usar
la energía de la pasión de un modo muy específico y no ser simplemente arrastrado
por ella, puesto que la Alquimia requiere que la energía sea contenida de modo que
pueda ser transformada.
Yeshua y yo conseguimos muy rápidamente- el estado, lo que es
conocido como las Cuatro Serpientes. Sucede cuando ambos han dominado las
Alquimias internas de Horus a un nivel tal que pueden activar las Serpientes
Solar y Lunar en sus espinas dorsales. De forma clarividente hay un canal
central que asciende a través de la espina; a la izquierda hay un Circuito Lunar y a la
derecha un Circuito Solar, llamados Ida y Pingala por los yogis y yoginis.
En las Alquimias de Horus se produce la activación de estos
dos circuitos por campos magnéticos que son de tipo serpiente. El lado
izquierdo- la Serpiente Lunar- es negra como la brea, el color del Vacío, por
tanto es la corporeización del Vacío en sí mismo y encierra el potencial como
Creadora de todas las cosas. La Serpiente Solar es dorada.
Un Iniciado hace a estas Dos Serpientes subir hacia arriba.
En la medida en que ascienden atraviesan los chakras y se cruzan una a la otra.
En la Alquimia de Horus las Dos Serpientes se cruzan por completo a través del
quinto sello o garganta y en todos los sellos inferiores. Entonces ellas quedan
enfrentadas en el área donde aproximadamente está la glándula pineal, o el
centro de la cabeza. Aparece aquí como un cáliz con la glándula pineal en el
extremo inferior del propio cáliz. Estas Dos Serpientes están vivas, -es decir,
no son estáticas, sino que vibran, relampaguean y se ondulan con energía- y el
retorcimiento de sus cuerpos dentro del Ka activa un incremento del potencial
magnético.
Existen prácticas específicas que os compartiré más
adelante, pero lo que deseo exponer ahora es la práctica de las Cuatro
Serpientes.
Quince
Cuando Yeshua y yo hicimos el amor, como vosotros decís,
hicimos a nuestras Serpientes ascender por nuestras espinas dorsales hasta
nuestro Djed. Lo hicimos simultáneamente y en el momento del orgasmo mutuo la
carga liberada de los primeros sellos en las áreas pélvicas de nuestros cuerpos
fue enviada hacia arriba, hacia el Trono, que es la parte superior de la
cabeza, estimulando los centros cerebrales más altos. Al mismo tiempo, durante
el momento del éxtasis sexual situamos nuestra conciencia completamente dentro
de nuestros cuerpos Ka, pues el Ka es reforzado por el éxtasis. Los estados
extáticos nutren y refuerzan al cuerpo Ka, y como ya dije antes, con cada
reforzamiento el Ka se hace más magnético, brindando al Iniciado todo lo que él
o ella desea.
La Magia Sexual de Isis tiene que ver con la habilidad
innata del ser femenino de utilizar las energías magnéticas para abrir niveles
más profundos de conciencia a través del acto de rendición a las energías
sexuales y caminos que son abiertos.
Cuando una mujer es profundamente amada y apreciada como lo fui yo por Yeshua, algo va a los niveles más profundos de ella misma y en el momento del orgasmo aparece un estremecimiento incontrolable. Si se siente segura y permite que la inunde este temblor, este estremecimiento, se abre un tremendo vórtice magnético, cuyo centro está en su útero.
Dos iniciados comprometidos en la Magía Sexual de Isis pueden reforzarse ellos mismos y expandir rápidamente sus conciencias a través del poder de este campo magnético.
Cuando una mujer es profundamente amada y apreciada como lo fui yo por Yeshua, algo va a los niveles más profundos de ella misma y en el momento del orgasmo aparece un estremecimiento incontrolable. Si se siente segura y permite que la inunde este temblor, este estremecimiento, se abre un tremendo vórtice magnético, cuyo centro está en su útero.
Dos iniciados comprometidos en la Magía Sexual de Isis pueden reforzarse ellos mismos y expandir rápidamente sus conciencias a través del poder de este campo magnético.
En las prácticas avanzadas de la Magia Sexual de Isis, el Iniciado masculino puede hacer que sus Dos Serpientes asciendan a través del cuerpo Ka de la hembra y la hembra hacer que sus Dos Serpientes asciendan a través del cuerpo Ka masculino. La potencia explosiva de esta práctica es parecida a la energía liberada por una bomba atómica. Las ondas de marea masivas de magnetismo pueden reforzar al Ka más allá de la imaginación, o destruirlo, si no se le maneja apropiadamente.
Esta fue la práctica avanzada del Ka que Yeshua llevó a cabo la noche antes del jardín de Getsemaní. A él, este tremendo incremento de potencial magnético dentro de su Ka le reforzó para sus penalidades y para la dura tarea que enfrentaba en su iniciación final a través del portal de la muerte; de este modo, cuando su cuerpo físico se disolvió en sus elementos constituyentes, se hizo en un relámpago de luz y de calor, lo que la Iglesia llama la Resurrección. Sin embargo, fue sencillamente el efecto de algo que estaba ocurriendo mucho más profundamente dentro de él. Fue causado por el magnetismo de su cuerpo Ka, porque fue a través de su Ka reforzado mediante el que viajó a través de su inframundo, a través de la muerte misma.
Cuando Yeshua y yo llevamos a cabo las Prácticas Sexuales de
Isis, conocíamos que éste era el propósito.
Para él, cada unión conmigo era una forma de reforzar su Ka. Es por lo que yo dije al principio que él vino a mi pozo, porque el pozo que la mujer Iniciada ofrece al hombre es un pozo infinito de potencial magnético. Pero sólo se abre cuando la mujer se siente segura y amada. Sólo entonces la práctica funciona. Porque las prácticas sin el alimento del amor se convierten solamente en técnicas y no dan el resultado requerido o deseado.
En cuanto a mi, yo era a la vez mujer e Iniciada, había sido adiestrada durante años y sabía qué hacer con los caminos, pero quedé sorprendida al encontrarme a mi misma barrida, sobrepasada como mujer.
Me encontraba esperando en profunda anticipación una mirada o una caricia de Yeshua, y nuestros momentos juntos en solitario fueron los más preciosos momentos que he experimentado nunca. Algo en relación con su contacto o sus ojos –el sentir de él- hacía que se abriera algo dentro de mi y a veces me hallaba casi riéndome de mi misma.
Yo, que había sido instruida en las prácticas más secretas
de la Magia Sexual de Isis y había sido considerada muy avanzada por mis
Sacerdotisas -ésta Iniciada- se encontró a si misma como una mera principiante
en la presencia de la mujer. Porque ahora os digo que dentro del corazón, la mente y la sabiduría corporal de lo femenino, se encuentran algunos de los
mayores secretos y mayores poderes –y esperan a ser revelados.
¡Y todo ello está dispuesto a abrirse por la caricia de otro!
Y así, cuando hablo de Yeshua estoy colmada por mi amor y los sentimientos que yo mantengo hacia él a través de lo tiempos.
Para él, cada unión conmigo era una forma de reforzar su Ka. Es por lo que yo dije al principio que él vino a mi pozo, porque el pozo que la mujer Iniciada ofrece al hombre es un pozo infinito de potencial magnético. Pero sólo se abre cuando la mujer se siente segura y amada. Sólo entonces la práctica funciona. Porque las prácticas sin el alimento del amor se convierten solamente en técnicas y no dan el resultado requerido o deseado.
En cuanto a mi, yo era a la vez mujer e Iniciada, había sido adiestrada durante años y sabía qué hacer con los caminos, pero quedé sorprendida al encontrarme a mi misma barrida, sobrepasada como mujer.
Me encontraba esperando en profunda anticipación una mirada o una caricia de Yeshua, y nuestros momentos juntos en solitario fueron los más preciosos momentos que he experimentado nunca. Algo en relación con su contacto o sus ojos –el sentir de él- hacía que se abriera algo dentro de mi y a veces me hallaba casi riéndome de mi misma.
¡Y todo ello está dispuesto a abrirse por la caricia de otro!
Y así, cuando hablo de Yeshua estoy colmada por mi amor y los sentimientos que yo mantengo hacia él a través de lo tiempos.
Dieciséis
La Magía del Sexo de Isis está basada en la comprensión de
que el principio femenino contiene dentro de su naturaleza- específicamente de
su naturaleza sexual- una llave alquímica. Esta llave alquímica se revela en el
acto de lo que llamáis amor -amor sexual. Cuando éste se activa de un modo
suficientemente fuerte, las Alquimias de Horus se presentan espontáneamente por
sí mismas. Alquimicamente hablando, en mi instrucción se asumía que habían dos caminos hacia el mismo objetivo.
Las Alquimias de Horus eran el fundamento de ambas
alquimias o prácticas, ya que se utilizaban los mismos caminos básicos. Para
aquellos que no deseaban desarrollarlo en pareja, las Alquimias de Horus
proporcionaban un método para activar y reforzar el cuerpo Ka hasta los niveles
de la Alta Iniciación. Para aquellos en pareja, la Magia Sexual de Isis
proporcionaría las alas con las que ascenderían al Djed y entrarían en el trono de
la más Alta Conciencia.
Desde mi punto de vista avanzado considero una gran tragedia
que los secretos y la sacralidad de nuestras naturalezas sexuales se hayan
considerado diabólicas por la Iglesia, por los Padres de la Iglesia. Desde
hace casi dos mil años, la más dinámica, y una de las más rápidas vías a la
realización en Dios, se ha considerado errónea. Y encuentro además irónico que la Iglesia la haya convertido
en pecado y por tanto haya aterrorizado a aquellos que podrían haber ascendido
sobre ella.
Diecisiete
Aunque los milagros de Yeshua son considerados
extraordinarios por muchos, desde el punto de vista del Iniciado son
sencillamente las expresiones -las expresiones naturales- del potencial de la
conciencia. Estas son un signo. Existen razones para los milagros y quiero hablar de
esto desde el punto de vista del saber Iniciático que Yeshua y yo poseímos.
Cuando yo conocí a Jesús, él ya demostraba los signos. Su
nivel de creación era muy alto. Mi cometido era ayudarle a reforzar su cuerpo
Ka para su Iniciación final a través del portal de la muerte hacia el Alto Dios
Horus. Ello fue llevado a cabo, como os he dicho, mediante la Magia Sexual de
Isis y las Alquimias de Horus.
De todos los milagros que hizo Jesús, y yo fui testigo, el
que es más querido para mi es el de los panes y los peces. Fue un día caluroso
y muy largo. Los discípulos, María y yo misma seguíamos al Maestro como de
costumbre.
Se formó una multitud muy grande que escuchaba atentamente cada palabra de la boca de Jesús. Todos estábamos cautivados por su visión y su forma de expresarla. Fue como si durante algunas horas fuéramos llevados al mismo cielo y sentíamos que el cuerpo Ka de Yeshua se había expandido hasta incluir a cada uno –otro signo.
Se formó una multitud muy grande que escuchaba atentamente cada palabra de la boca de Jesús. Todos estábamos cautivados por su visión y su forma de expresarla. Fue como si durante algunas horas fuéramos llevados al mismo cielo y sentíamos que el cuerpo Ka de Yeshua se había expandido hasta incluir a cada uno –otro signo.
Cuando finalizó su discurso era ya al final de
la tarde y lleno de compasión por ellos, dándose cuenta de que su camino de
regreso a casa les llevaría varios días a muchos de ellos, pidió comida para
ser reunida y compartida.
Entonces los discípulos, María, yo y unos pocos más que se unieron a nosotros desde la multitud, comenzamos a reunir comida. Pero cuando estuvo toda reunida sólo había unos pocos peces y unos pocos panes pequeños. Difícilmente suficiente. Fue entonces cuando contemplé un suceso verdaderamente extraordinario.
Yeshua se retiró internamente y cerró sus ojos. Pude sentir
la intención de su oración aunque no pude oír las palabras. Recorriendo la
extensión completa de su Djed desde la base de su espina dorsal hasta el
extremo de su cabeza, vi de forma clarividente un relámpago de luz hacia arriba
a través de su coronilla, hacia su Ba, su Alma Celestial. Entonces descendió
una energía como si fuera en respuesta a su petición; y él puso sus manos
sobre los dos pequeños cestos y comenzó a repartir los panes y los peces partiéndolos en trozos y dándoselos él mismo a cada persona.
Fue realmente extraordinario, más de mil personas recibieron
alimento y los panes y los peces no llegaron a acabarse. Después que la
multitud fue alimentada, Yeshua repartió trozos a sus discípulos, a María y a
mi, y el pan tenía el gusto más dulce y el pescado el aroma más extraordinario
que yo nunca he vuelto a probar.
Tales milagros son naturales para un Maestro
del calibre de Yeshua, y desde el punto de vista Iniciático son el potencial
de cualquier persona si se practica lo que se requiere.
Dieciocho
Jesús a menudo usaba
la frase “Yo y el Padre somos uno”. Esto ha conducido a una profunda mala
interpretación. Desde el punto de vista Iniciático es solamente otra palabra
para el Espíritu. Y en aquellas palabras Yeshua indicaba que se había fundido
con su Espíritu y que era por lo que acontecían los milagros. Y así, él iría y
vendría entre dos ideas que los evangelios cuentan en su propia forma limitada.
Por una parte, Yeshua decía a veces “Yo y el Padre somos
uno”. Otras veces decía “Sin mi Padre no puedo nada”. Esta es la oscilación que
sucede con el proceso Iniciático en el que el Iniciado oscila entre la fuerza y
la convicción de su conexión con la Fuente del Espíritu y a continuación a otro
estado mental en el que piensan que no son nada y no pueden nada sin el
Espíritu.
De este modo, un estado mental tiene un sentimiento de
omnipotencia y el otro estado tiene el
de impotencia. Y el Iniciado debe pasar entre ellos dos. Que Yeshua utilizara
esas frases algunas veces me indicaba, como compañera Iniciada, que él se
encontraba en medio de esta paradoja. Y él vivió con esta paradoja en
conciencia hasta el jardín de Getsemaní. Porque fue antes de su estancia en el
Jardín, como contaron sus Discípulos, cuando él vino a mi y practicamos las
Cuatro Serpientes por última vez. Hubo intensidad en nuestro rato juntos porque
ambos sabíamos que el tiempo estaba a punto de finalizar.
Con la fuerza explosiva liberada con la práctica, el cuerpo
Ka de Yeshua resplandecía con el poder y la convicción que él llevó consigo
hasta las horas finales de su vida, fortificándole para su travesía a través de
la muerte. Pero los momentos anteriores fueron a menudo empleados -busco las
palabras correctas- en una especie de autocuestionamiento.
Aquellos quienes siguieron a Yeshua y que se llaman ellos
mismos cristianos, les gusta pensar que él estaba muy seguro y siempre claro en
relación a su propósito y misión y que nunca dudaba. Pero quien pasó las noches
con él os dice otra cosa. Sólo porque un ser haya alcanzado el nivel de
maestría no significa que sea capaz de pasar a través de la incertidumbre
–intocado. Yeshua sintió la presión de su Alma Celestial, pero no es algo extraño
siendo un Iniciado. Porque uno es humano con todo lo que ello conlleva –y uno está crecientemente (ampliamente) conectado como
parte de su propia Alma Celestial.
Es Ba, el Alma Celestial, que es la voz de Dios hablando. El
alto Iniciado actúa como un reflejo de la boca de Dios, pero sólo porque el
Alma Celestial esté clara no significa que el humano también lo esté.
Yeshua vió en otros el potencial para la realización en Dios
y habló de esto algunas veces. Una de ellas es mencionada en los Evangelios
cuando dijo “vosotros haréis mayores cosas que yo”. Porque él sabía que los
milagros son una expresión natural de la conciencia, y que en la medida en que
la conciencia de la humanidad se expandiera los milagros serían corrientes.
Y así, él era al mismo tiempo muy consciente de las
limitaciones de los que iban con él –o de sus adicciones al odio, ignorancia e
intolerancia- y esto le apenaba profundamente. Pasamos muchas noches hablando
sobre esto. Y hasta unos pocos días antes de Getsemaní, no estaba seguro de si
podría alcanzar lo que se requería para pasar a través de la Iniciación final.
No conozco la razón para el cambio en él, pero unos pocos días antes del Jardín
y de nuestro acto Iniciático final juntos mediante las Cuatro Serpientes, vino sobre él un profundo sentimiento de paz y estuvo seguro
de una forma que nunca le había visto.
Diecinueve
Permanezco en el tiempo casi dos mil años después de la
crucifixión de Yeshua y todavía tiemblo al pensar en ello. Era muy extraño para
mí ser la Iniciada y a la vez la Mujer.
Como la Iniciada, permanecí en alerta por Yeshua durante la crucifixión manteniendo mi Ka en oración ferviente-que es otra forma de decir que me mantuve constante en mi intención de estar alli por él mientras iba hacia la muerte. Era por mi parte una acción Iniciática que requería desapego.
Como la Iniciada, permanecí en alerta por Yeshua durante la crucifixión manteniendo mi Ka en oración ferviente-que es otra forma de decir que me mantuve constante en mi intención de estar alli por él mientras iba hacia la muerte. Era por mi parte una acción Iniciática que requería desapego.
Como una Iniciada experta era una tarea fácil, pero como la Mujer enamorada de Yeshua, el Hombre, estaba destrozada. Y así permanecí en el Gólgota, oscilando entre mi esfuerzo como una Iniciada, y mi pesar como la Mujer enamorada cuyo amado estaba sufriendo.
En aquel momento no me preocupaba la Iniciación. No me preocupaba que Yeshua estuviera dejando un camino de luz a través de los niveles de la muerte para todos aquellos que le seguían.
En aquel momento no me preocupaba la Iniciación. No me preocupaba que Yeshua estuviera dejando un camino de luz a través de los niveles de la muerte para todos aquellos que le seguían.
Ni siquiera clamé a Isis.
¡“Como desafiarte”!, dije
En el mayor momento de mi tormento, María se acercó y tomó mi mano. Solo estaba en mi dolor y no había reparado en ella. Nuestros ojos se encontraron llenos de lágrimas y sollozamos una en los brazos de la otra. Ella por su hijo y yo por mi amado.
Los Evangelios cuentan que hubo un terremoto inmediatamente después del fallecimiento de Yeshua y os digo que es verdad. Fue como si toda la naturaleza entrase en tribulación, y la tierra tembló con angustia y rabia de que tal Maestro, tal ser, pudiera sufrir a manos de sus compañeros- los hombres. Pero tal es la paradoja de la vida en la tierra.
Una gran tormenta se abatió también sobre la ciudad- vientos como nunca se habían sentido. El cielo se cubrió con nubes negras y relámpagos –el sonido del trueno hacía temblar todo. Este escenario terrorífico parecía que fuera a durar para siempre, pero sospecho que fue solo una hora más o menos.
Los Evangelios cuentan que hubo un terremoto inmediatamente después del fallecimiento de Yeshua y os digo que es verdad. Fue como si toda la naturaleza entrase en tribulación, y la tierra tembló con angustia y rabia de que tal Maestro, tal ser, pudiera sufrir a manos de sus compañeros- los hombres. Pero tal es la paradoja de la vida en la tierra.
Una gran tormenta se abatió también sobre la ciudad- vientos como nunca se habían sentido. El cielo se cubrió con nubes negras y relámpagos –el sonido del trueno hacía temblar todo. Este escenario terrorífico parecía que fuera a durar para siempre, pero sospecho que fue solo una hora más o menos.
En el sepulcro María y yo lavamos su cuerpo de acuerdo con
la tradición y el ritual judío, le amortajamos y nos fuimos del sepulcro. Lo
hicimos en silencio. El único sonido era el sonido de nuestras lágrimas
contenidas. Me parecía raro que hubiera podido arrancar a Lázaro de la muerte
pero que no hubiera podido ayudarse él mismo. No comprendía lo que él estaba
haciendo. Pero después de su resurrección, y viéndole en su Ka, radiante y
hermoso como nunca, lo entendí.
Desde el punto de vista Iniciático, hacerse el Alto Dios
Horus significa que uno ha activado los más altos potenciales de conciencia
dentro de la forma humana. Pero tradicionalmente esto se hacía solo para uno
mismo. Sin embargo, Yeshua lo había hecho en representación de toda la
Humanidad. ¡Pero os digo que ello no tiene nada que ver con la religión!
Tiene que ver con física y alquimia. La sencilla enseñanza
de Yeshua era que todos somos Dioses –que todos tenemos dentro de nosotros el
poder para amar y para sanar- y él lo demostró lo mejor que pudo.
En los primeros días
de la Iglesia –entendiendo la comunidad de aquellos quienes se agruparon
alrededor de las enseñanzas de Yeshua- surgió el más hermoso ritual. Aquellos
quienes deseaban continuar estando en su energía o presencia compartirían pan y
vino. A veces los hombres compartirían el ritual y a veces las mujeres. El
simple hecho de compartir unos con otros mantenía la intención de Yeshua, y
luego, según fueron pasando los años, la sencillez de este logro se perdió y
solo aquellos ordenados por la Iglesia podrían dar la Comunión, algo que a
Yeshua le hubiera resultado muy desagradable (os puedo decir esto habiéndole
conocido tanto como le conocía).
La verdad y el poder de las enseñanzas de Yeshua han sido
pervertidos por la Iglesia. Y los secretos de la elevación de la conciencia a
través del Sexo Sagrado, tal como fue practicado por Yeshua y yo, han sido
robados por la Iglesia. Me doy cuenta al compartir mi historia que solo unos
pocos la entenderán, pero es suficiente.
Quiero ahora revelar algunos de los secretos de la Magia Sexual de Isis. Como dije anteriormente, es posible ascender las alturas de la conciencia solo, sin pareja, y en esto las Alquimias de Horus fueron diseñadas para asistir al Iniciado.
Ver 2da parte aquí
Quiero ahora revelar algunos de los secretos de la Magia Sexual de Isis. Como dije anteriormente, es posible ascender las alturas de la conciencia solo, sin pareja, y en esto las Alquimias de Horus fueron diseñadas para asistir al Iniciado.
Ver 2da parte aquí
Los Poderes Trascendentales de la Energía Sexual
https://youtu.be/lIdQMo1K570
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