Según los conceptos de la Geometría Sagrada, todas las formas, procesos dinámicos, fórmulas matemáticas, etc., se pueden derivar de modelos geométricos sencillos. La ubicación de los doce chakras por ejemplo, está basada en la misma geometría que forma la base de los doce tonos de la escala cromática y las doce casas del zodiaco. Es lógico entonces que el conocimiento en si mismo tenga una Geometría.
Los egipcios conocieron los campos sutiles de energía asociados con el cuerpo humano que toman las formas de la Geometría Sagrada con base en la Proporción de Oro o Número Phi.
Los Egipcios, conocedores de los principios de la Geometría Sagrada, la investigaron para llegar a construir un Octaedro Truncado (una Pirámide) que al cumplir con todos los principios de la Geometría Sagrada autogeneró el Solido Platónico llamado Octaedro.
Con estos conocimientos los egipcios construyeron y usaron la Gran Pirámide para “enviar” a los iniciados selectos a estados de conciencia más elevados.
La Geometría Sagrada enseña que hay un campo geométrico de energía asociado con los seres humanos. Un campo de energía con la forma de un doble tetraedro que rodea enteramente el cuerpo. Establecer la conexión con este campo de energía es una parte importante de la Meditación Merkaba.
Según los conceptos de la Geometría Sagrada, todas las formas, procesos dinámicos, fórmulas matemáticas, etc., se pueden derivar de modelos geométricos sencillos. La ubicación de los doce chakras por ejemplo, está basada en la misma geometría que forma la base de los doce tonos de la escala cromática y las doce casas del zodiaco. Es lógico entonces que el conocimiento en si mismo tenga una Geometría.
Los egipcios conocieron los campos sutiles de energía asociados con el cuerpo humano que toman las formas de la Geometría Sagrada con base en la Proporción de Oro o Número Phi.
Para los egipcios, la Flor de la Vida era una forma sagrada y parte central de las enseñanzas en la escuela de misterio del Ojo Derecho de Orus. |
Los Egipcios, conocedores de los principios de la Geometría Sagrada, la investigaron para llegar a construir un Octaedro Truncado (una Pirámide) que al cumplir con todos los principios de la Geometría Sagrada autogeneró el Solido Platónico llamado Octaedro.
Con estos conocimientos los egipcios construyeron y usaron la Gran Pirámide para “enviar” a los iniciados selectos a estados de conciencia más elevados.
La Geometría Sagrada enseña que hay un campo geométrico de energía asociado con los seres humanos. Un campo de energía con la forma de un doble tetraedro que rodea enteramente el cuerpo. Establecer la conexión con este campo de energía es una parte importante de la Meditación Merkaba.
El MER KA BA es el vehiculo de ascensión controlado por la respiración pránica del cuerpo\espíritu. Durante la época de las escuelas de misterios egipcias, este entrenamiento era llamado El Ojo derecho de horus y duraba 12 años.
Dada la aceleración de conciencia en estos tiempos, serán resaltados todos los aspectos importantes relacionados con la ciencia espiritual del MER KA BA y la Respiración en la Conciencia Cristica.
Campos de Energia que Rodean el Cuerpo Humano
Existe un campo de energía de naturaleza geométrica y cristalina que se extiende aproximadamente 17 metros alrededor de nuestro cuerpo.
El proceso de ascensión comienza cuando un ser humano recuerda su campo de energía cristalina. La memoria de este campo es activada por una serie de dibujos metafísicos que son réplicas de luz de los 44 + 2 cromosomas que están en todas las células, particularmente en la glándula pineal, el portal de la espiritualidad. Esto va a activar el propósito de la glándula pineal: permitir que regresemos a una antigua y olvidada forma de respirar.
La conciencia y la respiración están interconectadas. Esta es la llave hacia una conciencia más elevada. Con simplemente respirar en una forma distinta a como lo hacemos hoy día y mediante la dirección del flujo pránico a través del campo cristalino humano, un nuevo mundo podrá abrirse ante nosotros.
La respiración pránica (ver enlace al final del tema) nos permite hacer contacto directo con nuestro Ser Superior. Nos brinda los medios para sanarnos y para sanar a otros si lo deseamos.
Podemos ser capaces de recordar quiénes somos realmente y cuál es nuestra conexión intima con Dios cuando practicamos esta respiración a través de la meditación.
El Prana o Energia Taquiónica es una energía primaria que crea y mantiene el orden en el caos de la materia. Es también llamada energía cósmica sútil: la energía de la fuerza vital, infinita, sin dimensiones, sin una dirección precisa que fluye a través de nosotros y a través de los espacios de las moléculas de nuestro cuerpo.
Cuando el flujo de esta eneregia se encoje, el organismo no se regenera, surgen molestias y el cuerpo se deteriora y enferma. Por eso hay necesidad de mantenernos abiertos a este flujo de energía taquiónica.
El Campo Prana en nuestro cuerpo es la estrella tetraedro. Una Estrella de David tridimensional. Una persona es capaz de hacer rotar dos de los tres campos tetraedros en direcciones opuestas al utilizar la antigua técnica respiratoria prana, de ésta manera creamos un enorme campo de energía de 17 metros, nuestra luz corporal- el Merkaba.
Prana se introduce en el cuerpo por la coronilla de la cabeza. El mayor flujo Prana corre a través del centro de nuestro cuerpo semejando un tubo. De allí fluye dentro de ocho centros principales conocidos como Chakras. Esta palabra en Indio Sánscrito significa “rueda rotante” debido a la apariencia de estos complejos flujos energéticos. Según los antiguos egipcios, existen trece chakras que se relacionan con diferentes centros de energía. (Ver sección de los Chakras en este Blog).
De los “Chakras” se han dividido líneas energéticas (meridianos) que llegan a cada célula. Los campos energéticos de nuestro cuerpo tienen precisas formas geométricas. Poseemos un campo prana que rodea nuestro cuerpo resultante de los meridianos y del flujo prana (aliento de vida).
Cuando el flujo de esta eneregia se encoje, el organismo no se regenera, surgen molestias y el cuerpo se deteriora y enferma. Por eso hay necesidad de mantenernos abiertos a este flujo de energía taquiónica.
El Campo Prana en nuestro cuerpo es la estrella tetraedro. Una Estrella de David tridimensional. Una persona es capaz de hacer rotar dos de los tres campos tetraedros en direcciones opuestas al utilizar la antigua técnica respiratoria prana, de ésta manera creamos un enorme campo de energía de 17 metros, nuestra luz corporal- el Merkaba.
Prana se introduce en el cuerpo por la coronilla de la cabeza. El mayor flujo Prana corre a través del centro de nuestro cuerpo semejando un tubo. De allí fluye dentro de ocho centros principales conocidos como Chakras. Esta palabra en Indio Sánscrito significa “rueda rotante” debido a la apariencia de estos complejos flujos energéticos. Según los antiguos egipcios, existen trece chakras que se relacionan con diferentes centros de energía. (Ver sección de los Chakras en este Blog).
De los “Chakras” se han dividido líneas energéticas (meridianos) que llegan a cada célula. Los campos energéticos de nuestro cuerpo tienen precisas formas geométricas. Poseemos un campo prana que rodea nuestro cuerpo resultante de los meridianos y del flujo prana (aliento de vida).
También existe el campo del aura, el cual es un campo energético con forma oval que rodea nuestro cuerpo y cambia de color de acuerdo con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. (Ver sección del Aura en este Blog).
Después del aura poseemos cientos de campos electromagnéticos de precisas formas geométricas. Cada uno de ellos está formado por tres campos idénticos, con la misma medida y forma.
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